SeHun se quedó callado tratando de ocultar su nerviosismo, sus mejillas comenzaban a teñirse de un leve color carmesí.
—Vamos SeHun, dime —exigí sonriendo.
Las manos de ambos permanecían entrelazadas, pero esto pasaba a ser desapercibido, porque sólo nos manteníamos mirándonos a los ojos.
—¿Tú te has enamorado de alguien? —se atrevió a preguntarme SeHun.
Abrí los ojos como platos y mi boca tembló. Sentí como mi estómago se contrajo y mis piernas comenzaron a temblar. ¿SeHun lo sabía?
—Yo... —alargué— S-sí —respondí casi en un susurro.
—¿De quién? —me cuestionó SeHun con seriedad.
—Del chico pelinegro de las piernas largas, ¿lo ubicas? ChanYeol —contesté naturalmente.La expresión de SeHun se transformó en una seria y sus labios ahora formaban una línea recta. Ese gesto lo conocía, estaba enojado.
—Sí, mi amigo —respondió entre dientes—. ¿Qué tiene ChanYeol de especial?
—Verdaderamente no me gusta —le respondí riendo—, sólo quería ver tu expresión cuando te pones celoso.
SeHun sonrío con ironía, me tomó de la cintura y la espalda y me jaló hacia abajo como si fuera a tirarme. Solté un grito ahogado. Mi cuerpo quedó a sólo diez centímetros del sólido hielo, SeHun me sujetaba con cuidado, incapaz de dejarme caer.
—Dime la verdad, pequeña —susurró él en mi oído.
—Te la diré si me subes y no me vuelves a asustar de esta manera —le respondí señalando el hielo con mi vista.
SeHun esbozó una sonrisa y me levantó con cuidado mientras me tomaba de las dos manos para que consiguiera equilibrio.
—Eres un tonto —me quejé golpeando el brazo de SeHun.
—Y tú eres una insensible —respondió él a la defensiva—. ¿Me dirás ahora?
—Sí —musité pausando—. No me dejes nunca, SeHun —le pedí rodeando su cintura con mis brazos. Él me envolvió con los suyos—. Estoy enamorada de... ti —susurré en su oído izquierdo.
Sentí como SeHun sonreía con satisfacción y me apretó más contra su pecho. Dejé salir un suspiro al sentir la calidez que emanaba su cuerpo.
—Valerie, yo también estoy enamorado de ti —me confesó SeHun—. Siempre lo he estado.
—Y, ¿lo nuestro va a cambiar ahora que lo hemos confesado? —le pregunté.
—Claro que cambiará —pausó—. Seamos novios —me propuso él mientras acariciaba mis mejillas con sus pulgares—. Valerie, ¿quieres ser mi novia?
—Sí —le confirmé mirándolo fijamente a los ojos—. Pero, ¿qué se supone que hacemos ahora?
Verdaderamente, yo no tenía experiencia como novia. SeHun tampoco tenía experiencia como novio. Puesto que ninguno de los dos habíamos tenido relaciones amorosas en ninguna ocasión. Para mí sólo estaba SeHun, y para él sólo estaba yo.

ESTÁS LEYENDO
El lobo
FantasyEl destino es un encadenamiento que está siempre presente en nuestras vidas, sabemos que es completamente necesario, pero también fatal. No sabía lo mucho que el destino se aferraba a que SeHun y yo estuviéramos juntos. Es curioso descubrir que la...