—Caitlin... —llamé a mi amiga en un susurro.
—¿Mande? —me preguntó distraída mirando a un chico que estaba disfrazado de hombre lobo.
—Mira discretamente a SeHun —le indiqué cortando la conexión de mi mirada con la de él.
Ella giró su cabeza discretamente para mirarlo, y una sonrisa se dibujó en su rostro. ¿Por qué sonríe? La mirada de SeHun me está quemando, siento que aún no deja de mirarme y, ¿por eso sonríe?
—Te está mirando —me susurró mirándome con emoción.
—No es una mirada de atracción, siento como si me odiara.
—Entonces dale celos.
—¿Qué? —exclamé sorprendida— No haré eso.
—Entonces vamos a bailar para que te saques de la mente que SeHun te odia —dijo jalándome con ella hacía la pista de baile.
Soy buena bailando, eso considero, pero cuando una persona está cerca de ti y te está mirando, no es nada fácil. Mi amiga y yo bailábamos al ritmo de Call me when you're sober de Evanescence. Ciertamente, cuando bailo no pongo atención a nada más, me desvanezco en la música. Así que dejé de prestarle atención a SeHun. Y más aún, porque la canción expresaba todo lo que sentía por él en estos momentos.
—Jóvenes —se escuchó la voz de la profesora Wood hablar por el micrófono. La música se detuvo—. Quiero agradecerles a los chicos que me ayudaron a montar todo esto y a las chicas por las decoraciones; puesto que, en agradecimiento, preparé un juego que se llevará a cabo en el laberinto.
En cuanto la maestra dijo eso, todos mis compañeros comenzaron a gritar y ha aplaudir. En un momento, por curiosidad, dirigí mi mirada hacia SeHun y lo noté irritado, parecía que a él tampoco le había agradado la idea de jugar en el laberinto.
Supongo que para mi suerte, o tal vez no, SeHun sintió que lo estaba mirando; así que él también me miró, me sostuvo la mirada durante un momento y luego la apartó. Al observarlo mejor, me di cuenta del disfraz que portaba, pero sinceramente no lo entiendo: su atuendo es completamente negro, su pelo está despeinado y ningún cabello está en su lugar correspondiente; igualmente marcó varias líneas negras en su cuello y parte del lado derecho de su rostro, como si fueran ramas sin hojas.
—Pasen todos a la entrada del laberinto —ordenó la profesora con el micrófono.
—Yo no quiero jugar —le susurré a mi amiga soltándome de su agarre.
—Vamos, no seas tonta. Mira, SeHun va a jugar.
Miré a las personas que se dirigían a la entrada del laberinto y, en efecto, entre ellas iba SeHun.
—Vamos —refunfuñó mi amiga jalándome del brazo. Pero no accedí— . Si no entras tú, la tipa con la que va se ve bastante promiscua. Quién sabe que podrían hacer ahí adentro... —me advirtió soltándome para luego comenzar a caminar con la bolita de alumnos.
Fue como si esas palabras despertaran mi lado sobre protector, convirtiéndose después en celos.
SeHun era sólo mío.
—¡Caitlin, espérame! —le pedí corriendo hacia ella.
Sentí una sensación extraña en mi estómago cuando me paré frente al laberinto, SeHun estaba unos metros atrás de mí. La maestra dio indicaciones de que las mujeres estuvieran al frente y los hombres al final, era una ventaja para nosotras entrar primero.
—Jóvenes este juego es la típica ronda infantil de "Mientras el lobo no está", los chicos serán los lobos y las chicas las presas. En el recorrido alguien tendrá la suerte de encontrarse en su camino una llave, y la persona que logre llegar primero al centro del laberinto sin ser atrapada por los lobos, encontrará ahí un cofre, este contendrá el papel que los hará pasar con una calificación de diez en cinco asignaturas. Diviértanse y, ¡que comience el juego! —concluyó la profesora Wood soplando un silbato.

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El lobo
FantasíaEl destino es un encadenamiento que está siempre presente en nuestras vidas, sabemos que es completamente necesario, pero también fatal. No sabía lo mucho que el destino se aferraba a que SeHun y yo estuviéramos juntos. Es curioso descubrir que la...