Sentía que la vida se me iba del cuerpo. Con cada sacudida brusca, más sangre caliente brotaba de mi herida, que estaba exactamente junto al corazón.
Estaba hincado frente a la chimenea, mirando como todo se me iba de las manos y no podía hacer nada para evitarlo. Todo pasaba ante mis ojos como una película, en la cual yo era el protagonista. Veía a Valerie, siendo ultrajada por un hombre, el hombre de quien escaparíamos. Su esposo.
Mientras él la zangoloteaba del brazo, yo era golpeado por el acompañante de aquel bastardo. Valerie lloraba, gritaba y le pedía que la dejara; de su brazo, corrían miles de gotas rojas, las cuales bajaban a gran velocidad por toda su piel blanca, manchándola, marcándola, hasta caer en el piso de madera.
—Pensabas... ¿que no me daría cuenta? ¿Querida? —le preguntaba su esposo sin soltarla— ¿Creías que no te encontraría?
—Déjame, te lo suplico —balbuceaba Valerie intentando alejarlo de ella.
—De la manera más correcta, y civilizada —comenzó a dialogar el hombre—, mataré a tu amante —decía mientras la jalaba bruscamente y la sentaba en el sillón más pequeño—. Mientras tú observas en silencio.
—No —suplicaba Valerie con los ojos llorosos mientras lo tomaba de las manos—. Kris, te lo imploro.
—¿Por qué armar un escándalo en el pueblo a causa de una esposa infiel? —le contestó deshaciéndose de sus manos con un empujón hacia el lado derecho— ¿Crees que eso se reflejaría correctamente en mí? ¿Un duque? Por supuesto que no.
—Por favor —volvía a repetir mientras cerraba sus ojos, obligando a que más lágrimas salieran de ellos.
—Solía ser mi amigo, Lord SeHun —se dirigió a mí caminando con vacile—. Pero tú deseabas a la mujer de tu prójimo —pausó unos segundos—. Es una pena que tengamos que terminar así, ¿no es cierto?
—Si va a matarme, aleje a Valerie de esto —le pedí, escupiendo la sangre que se acumulaba en mi boca—. Ella, merece la felicidad eterna, la cual, usted no le brindaba.
Y sin anticiparlo, el puño de Kris se había estrellado contra mi mejilla izquierda, sacudiendo mi cabeza hacia el ángulo derecho.
—Me golpea, porque sabe que es la verdad, ¿no es así? —volví a hablar, escupiendo sangre nuevamente.
—Acabemos con esto, estimado amigo —habló finalmente, levantando su arma—. Fue un gusto trabajar con usted.
—¡No! —gritó Valerie— ¡Kris, por favor! —rogaba desde el sillón, siendo detenida por el hombre que acompañaba a Kris en su venganza.
—Madame —le hablé sutilmente—, cierre sus ojos —le pedí mientras sonreía con cansancio—. La encontraré, se lo prometo. La amo.
—Bastardo —refunfuñó Kris.
Y luego de eso, el grito desgarrador de Valerie se escuchó en toda la cabaña, complementado con el sonido de un disparo. Que hizo sombrío todo a mi alrededor.Dejé caer el jarrón que tenía entre mis manos cuando volví a la realidad. Ya no estaba más en el escenario anterior, ahora me encontraba en el presente.
Mi mirada estaba perdida y mi mente seguía procesando todo lo ocurrido anteriormente. Hasta que la puerta de la habitación se abrió y por ella entró Valerie.
—¿Está todo bien? —me preguntó— SeHun.
—No quiero perderte —susurré, mirándola al instante—. Lo siento, Valerie.
Sentí como mis ojos se oscurecían, siendo cegados por la angustia y el temor. Mi cuerpo comenzó a descontrolarse, tornándose caliente y con adrenalina.
—Sal de aquí —gruñí mientras intentaba controlarme.
—SeHun —musitó Valerie acercándose rápidamente hacia mí—, SeHun —decía mientras tomaba mi rostro entre sus manos.
Pero fue un error. Tomé a Valerie de el cuello y la cintura y la hice retroceder con fuerza hasta hacer chocar su espalda contra la puerta de la habitación.
—SeHun —decía mi nombre mientras jadeaba—. Detente.
Retiré la mano que hacia presión en su garganta y acaricié el lado derecho de su cuello, mirando su vena yugular externa y escuchando los latidos acelerados de su corazón. Quería morderla, convertirla en un ser como yo, eso era lo que mi instinto pedía a gritos. Más no mi ser.
—SeHun, todo está bien, tranquilo —susurraba Valerie mientras acariciaba mis mejillas—. Te amo, ¿me escuchas? Te amo. Todo está bien, estamos juntos —su mano derecha se movió hasta mi nuca y me jaló levemente hacia ella para poder besarme de manera delicada—. ¿Lo sientes? —me preguntó, para besarme nuevamente— Estamos juntos.
De esa manera, sentí como mi cuerpo dejaba de controlarme y mis ojos nuevamente se tornaban cafés.
Esto nunca lo había experimentado antes, jamás había deseado con tanta fuerza el morderla, para mantenerla con vida.
Miré a Valerie con preocupación, agarré su rostro entre mis manos y lo acaricié, lo rocé con delicadeza, como si fuera un frágil pétalo de rosa.
—Te asusté y lastimé —hablé en susurros—. Perdóname —le rogué mientras pegaba mi frente con la suya—. Quédate conmigo.
—Todo está bien —me respondió mientras acariciaba mi pecho y mis hombros—. Aquí estoy.
Me separé lentamente de ella y caminé hacia la cama que había en la habitación. Me senté sobre el aposento y dejé salir un largo suspiro mientras colocaba los codos en mis rodillas y me pasaba los dedos por mi cabello, peinándolo hacia atrás.
—¿Qué ocurrió? —me preguntó Valerie sentándose junto a mí y comenzó a sobar mi espalda.
—Tuve... una visión —me detuve un momento—, un recuerdo, un suceso, no lo sé. Pero era tan real, yo estaba ahí, era consciente de todo lo que ocurría, pero no podía cambiar nada, ni impedirlo y... las palabras salían de mi boca sin siquiera percatarme —dejé de hablar unos segundos, luego proseguí—. Comenzó mi visión cuando agarré el jarrón azul de cerámica que estaba sobre el tocador —pausé para señalar lo que describí—. El ambiente cambió totalmente, ya no me encontraba en la habitación, sino en la sala contigo, admirando la cabaña y después a punto de besarte...
—Viste lo mismo que yo... —murmuró mi novia dejando de acariciar mi espalda.
—¿Cómo dices? —le pregunté al instante.
—Continúa —respondió simplemente.
—Fuimos amantes Valerie, fuimos amantes y tu esposo nos descubrió. Él me asesinó, en la sala, frente a la chimenea.
—Quieres decir... que la mancha negra que hay en ese lugar, es sangre y... ¿es tuya? —habló, sorprendiéndose de sus propias palabras.
—Aparentemente —respondí con desconfianza, sin poder creerlo—. Esto es una estupidez —dije finalmente.
—No es una estupidez —habló Valerie—. Yo también lo vi pasar frente a mis ojos, lo viví —recalcó la última palabra—. ¿Realmente eres mi destino? —me preguntó mirándome a los ojos— ¿Qué somos realmente?
—En mi visión... te prometí que te encontraría —le revelé.
—No recuerdo nada... —habló Valerie sin dejar de mirarme—. Nacimos, nos conocimos, crecimos. Todo fue tan... normal, sin ningún recuerdo de nuestra vida pasada...
—Renacimos —la corregí.
—¿Y por qué? —preguntó para ambos— ¿Quién de los dos hizo algo para que eso ocurriera?
—Tal vez sólo... estamos destinados. Lo estuvimos en la vida pasada, lo estamos ahora y posiblemente también... en la próxima.
—¿Próxima? —me preguntó con ironía— Tú no morirás, pero yo sí. Y sé que no me convertirás, porque a eso temes, lo sé perfectamente. ¿Y sabes qué? Estoy harta de lo mismo, de renacer generación tras generación, ¿sabes lo aburrido que es? Supongo que no. Pero esta vez no, esta vez volví para quedarme. Ya me cansé de no tener una vida feliz contigo.
Sus palabras me sorprendieron y dejaron sin habla. Pero cuando ella vio mi rostro de sorpresa, comprendió lo que había dicho. Lo que había revelado sin ser consciente.Quiero disculparme por la canción puesto que está traducida en ingles, pero la verdad me gusta más lo que dice en inglés que en español 😅. Agradezco mucho a la persona que comenta esta historia, sus comentarios realmente me alegran ☺️💕
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El lobo
FantastikÉl no era un lobo común. Tampoco era un humano. Un pasado me persigue.