El lobo

CAPÍTULO 32

Desperté con el sol en los pies y escuchando los escandalosos gritos de BaekHyun en el primer piso de la casa.

Me removí lentamente y me estiré en toda la cama, miré a mi costado derecho y SeHun ya no estaba a mi lado. Así que sabrá Dios qué hora de la mañana será.

Me levanté de la cama y me vestí con unos jeans de mezclilla y una camisa color azul marino que estaban a los pies de la cama y que seguramente SeHun me dejó, me puse mis zapatos y salí de la habitación para después bajar al primer piso y caminar directamente hacia el comedor.

—Buenos días —los saludé a todos cuando los divisé sentados en el comedor.

—¡Ya llegó! —gritó BaekHyun— Ya déjenme comer.

—Buenos días, Valerie — contestaron todos con una sonrisa.

—¿Realmente me estaban esperando? —les pregunté mostrando una sonrisa apenada.

—Claro, aquí no come nadie si alguien falta en la mesa —me respondió ChanYeol.

—Siéntate junto a nosotras Val —me ofreció Sohee—, esperemos unos momentos a SeHun y a SuHo. Están charlando en el porche.

Asentí simplemente y tomé asiento junto a ellas.

Era divertido ver como BaekHyun se quejaba a causa de que nadie dejaba que agarrara comida, sino hasta que estuviéramos todos juntos.

Miré las sillas vacías y pude percatarme de que eran tres, no dos; entonces, ¿quién es la tercera persona faltante?

—¿Cuándo será la boda? —me preguntó Chen, sacándome totalmente de mis pensamientos.

—¿Cómo dices? —le pregunté con una pequeña sonrisa avergonzada.

—La boda, ¿para cuándo es? —volvió a repetir con una sonrisa perspicaz.

—No... no hemos acordado una fecha —le respondí. Pero alto—. ¿Cómo sabes que me pidió matrimonio?

—Ay querida, ya todos sabíamos los planes de SeHun —me respondió BaekHyun con una sonrisa juguetona e intentando alcanzar una rosquilla del centro de la mesa, lo cual no le resultó posible gracias a el pequeño manazo que le propició LuHan.

—Que te esperes —le advirtió LuHan.

—¡Ash! —se quejó BaekHyun desparramándose en la silla y cruzando los brazos en su pecho como un niño pequeño.

Comencé a reírme discretamente ante la reacción de BaekHyun, pero mi sonrisa se fue desvaneciendo en el momento en que divisé como entraban las personas por las que esperábamos por el cancel de la cocina. No fue por SuHo, mucho menos por SeHun, sino por el tercer individuo.

—¿Está todo bien? —le preguntó Sohee a SuHo.

—Sí —respondió con una sonrisa, sentándose en su respectivo lugar en el comedor, seguido de SeHun y el invitado.

—Buenos días, Valerie —me saludó el tercero en tomar asiento en el comedor.

—Kris —murmuré muy bajo.

—Valerie —SuHo llamó mi atención—. Escucha, no te sientas incómoda, ya hemos arreglado las cosas y hemos hecho un tratado de paz entre nosotros —me explicó.

—Yo... me equivoqué —comenzó a hablar Kris—. Me dejé cegar por el odio y el rencor, y te quiero ofrecer una disculpa —pausó—. Y por por supuesto, nuevamente a ti SeHun.

¿Qué clase de sueño o broma es esta? ¿Es una ilusión o algo por el estilo?

—Qué... —comencé a susurrar—. ¿¡Cómo puedes pedirme eso!? —me exalté,  levantándome de mi asiento.