Ser una princesa

Comienza la guerra

Al oír aquellas palabras supe de quien se trataba. Me separé de Chang y la vi, tenía su hermosa sonrisa falsa, para mi era todo un poema.

-Hola suegrita- dije sonriendo de la manera más falsa que pude.

- Todavía no lo soy y no creo serlo- dijo acercándose hacia mi.

-¿No lo cree o no quiere?- dije.

-¿Cuál es la diferencia?- dijo mi querida suegra (sarcasmo).

-Usted es.... Ya basta! Ya van a empezar?- dijo Chang interrumpiéndome.

- De eso nada, solo estaba charlando. Verdad? - dijo viéndome mi "suegra".

- Si charlando- dije de una manera muy poco creíble.

- Bien- dijo Chang.

- Promentan que no van a pelear- dijo Chang.

-Lo prometemos- dijimos viéndonos frente a frente mientras sonreíamos falsamente.

Le entendí la mano como muestra de paz, ella la miro raro, sonrió y me abrazó.

- No creas que ésta paz durará mucho tiempo- me susurró mi "suegra".

- No lo dudo, con el carácter que tiene- le susurré.

- No te saldrás con la tuya. Disfruta por ahora estar con mi hijo porque pronto acabará- susurró ella.

- Eso está por verse- le susurré.

-Es la guerra- susurramos al mismo tiempo.

Nos separamos después del "abrazo" más largo del mundo, nos sonreímos y ella se fue dejándome a Chang y a mi solos. De verdad me iba a costar mantener la paz con ella.