Me encontraba en una rueda de prensa explicando al país y al resto del mundo lo que había pasado durante estos días.
Ya estamos a salvó. El Estado tomará medidas para que esto no vuelva a ocurrir- dije con convicción-. El responsable de todo esto, Agustin Trier, se encuentra en la cárcel y ahí permanecerá por un largo tiempo. Encontramos a todos las personas desaparecidas, por suerte todos están bien, serán escoltados a sus hogares. Así que, por hoy, vamos a celebrar que todo ha acabado!-dije con una gran sonrisa. Todos aplaudieron-Aprovechando esta rueda de prensa quiero dar un anuncio. Renunció a mi puesto como heredera al trono- se hizo un silencio los reporteros y la gente me miraba serio, algunos horrorizados.
-Sé que para todos esto debe ser una sorpresa, pero en estos días que han pasado me he puesto a reflexionar y he llegado a la conclusión de que no quiero que así sea mi vida-hice una pausa- Me cansé de que todo lo que ser una princesa implica. Me cansé de las personas falsas que te sonríen cuando la verdad te odian, y nunca creí decir esto, pero Mei, la reina de China es una de las pocas personas honestas que he conocido, si ella te odia lo demuestra, créanme,-algunos rieron- y cuando te quiere de verdad lo demuestra. También me arte que me digan cómo ser, que hacer y a dónde ir- todos me escuchaban atentamente- Es MI vida-dije haciendo énfasis- y está no es la vida que quiero. Así que me renunció, es definitivo-.
Me bajé de la tarima en donde estaba y me abrí pasó entre la pila de reporteros.
Mi padre se acercó a mí.
Cómo que te vas?- preguntó- Si es porque yo... No es por ti- le dije cortante- Estoy feliz a pesar de todo que hayas encontrado a alguien- dije mirando a la mujer al lado suyo, ésta se sonrojó igual o más que lo hace Geraldine, lo cual me causó gracia- Has tomado muchas malas decisiones- el bajó la cabeza avergonzado- Pero te perdono- dije y me alejé de él antes de que dijera nada.
Caminé y me encontré con mis amigas, Cira, Geraldine y Sofía, se les veía algo raras.
Hola- dije acercándome a ellas.
Hola- dijo cada una a su peculiar manera.
Les sonreí.
Te vas?- preguntó Sofía.
Suspiré-Si-.
En eso todas me cayeron en un abrazo.
Nos visitas, eh- me advirtió Cira.
Si lerda- dije guiñándole un ojo- No podrían vivir sin mí así que las visitaré- dije fingiendo arrogancia.
-Já, como si nos hicieras tanta falta- dijo Geraldine a lo que yo levanté una ceja escéptica.
-Claro que no pueden vivir sin mí- Geraldine torció los ojos y sonrió -Prometo visitarlas pronto- dije con una vaga sonrisa.
-¡Acordemos una salida!- propuso Sofía y no pude estar más de acuerdo.
Jajajajaj... Si-
Bueno, tengo que irme, estamos en contacto- dije y le dí un abrazo de despedida a cada una- Avísenme cuando Fiorella y Mafer vuelvan- pedí mientras me alejaba de ellas.
Me fuí hasta la entrada del castillo donde estaba mi carro estacionado, le quité el seguro y guardé mis cosas en él.
¡No creí que tuviera tanta ropa!
-Se te olvidó despedirte- dijo una voz a mis espaldas interrumpiendo mis pensamientos.
Me voltee y me encontré a Rafael, me sentí un poco nerviosa con su presencia.
-Sí, se me olvidó- admití.
-Está bien, ¿y por cuanto tiempo te vas?-
-No sé, no tengo idea de nada en este momento- le dije.
-Mmm...nos volveremos a ver, ¿no?- dijo rascándose la cabeza un poco apenado.
-Sí, vendré a visitarlos a todos incluyéndote- dije y sonrió.
-Cuando vengas procura no interferir en mis misiones-pidió.
-Y tú no preocuparme-sonreí-¿Amigos?- le pregunté extendiendo mi mano.
El aceptó mi mano y me jaló hacia él.
-Está bién- dijo en mi oído- Por ahora...- dijo haciendo que se pusiera la piel de gallina.
-Si, bueno, adiós- dije nerviosa y entré en mi auto rápidamente. Me senté en el asiento de piloto y pude respirar con más normalidad.
-Iug- pensé- Yo y Rafael. Já- dije en voz alta.
-Jajaja, siempre igual- dijo nana asustandome. Zora estaba apoyada en la ventana del carro la cual estaba abajo.
-¿Tu escuchaste?...-
-Si-dijo nana riendo- Es muy apuesto, se ve buen chico- dijo sonriendo.
-¡A mi no me gusta!- grité.
-Con esa cara...¿Te creo?- preguntó frunciendo lo labios.
-¡Estoy muy segura!-
-Bien-
-Mmm...No sé si sabes pero me voy- le dije apenada.
-Lo sé-dijo sonriendo algo triste -Espero y te valle bien- me guiñó un ojo -Y vengas a visitarme a mi casa, me retiro-
Yo abrí la boca formando un-Oh-sonreí -Prometo visitarte pronto-.
-Eso espero. Al igual espero y me invites a tu boda con Rafael- dijo burlona.
-¡Agh! ¡Contigo no sé puede!- grité y arranqué el carro asustandola.
Iba conduciendo, me acercaba al portón del palacio, los guardias se acercaron para abrir el portón y así saliera.
Se me había olvidado algo, y no me podía ir sin hacer eso, así que puse mi carro en reversa, giré y me regresé por la ruta por la que había venido hacia el palacio.
Y ahí estaba de pie, con lágrimas en sus ojos y una tenue sonrisa en sus labios que se volvió luminosa al verme. Me acerqué a ella y la abracé.
-Gracias- le susurré con un nudo en la garganta que no me permitió decir nada más.
Me despedí con la mano y me fuí en el carro.
Ella era como mi madre, mi otra madre, ella estuvo ahí para mí siempre, pero algo me decía que no la vería de nuevo y apretujaba mi corazón. Dejar atrás todo era muy difícil, y aunque me decía que los vería de nuevo igual era difícil. Estaba dejando todo lo conocido para mí y me adentraba a lo desconocido.
Al pararme en un semáforo sonó mi teléfono, lo busqué y...era Chang.
En ese momento pensé en todo lo que habíamos vivido y estuve tentada a contestarle, pero el era mi pasado, lo habíamos vivido había sido lindo, pero era hora de seguir. Él me había traicionado, y yo merecía algo mejor que él.
Pensé en Rafael.
Y entonces, sin pensar mucho, estampé el teléfono contra el piso rompiéndolo.
Y entonces toda duda, miedo y tristeza desapareció y fue reemplazado por una gran felicidad.
Mi padre, mi familia, mis amigas, mi nana, Rafael, no lo estaba dejando por siempre, era un hasta luego.
Y con ese pensamiento el semáforo cambió y avancé hacia lo desconocido, mi aventura, mi nueva vida, mi futuro.
No sabía a dónde iba, ni que pasaría de ahora en adelante, pero no importaba, estaba segura que lo que vendría sería fantástico.
Fin
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Ser una princesa
SonstigesMi nombre es María, si María, es muy común el nombre, lo se, yo me hubiera puesto solo Francisca, pero bueno, soy María Francisca, soy una persona importante por decirlo así, no es por presumir, realmente no es algo del otro mundo, soy una princesa...