Ser una princesa

Cuidado con el ogro

Me desperté feliz como lombriz. Hoy sería un gran día, hoy, por fin, todo acabaría. Ya no habría más tiroteos, ni heridos y esperaba que tampoco hubiera más drama en mi vida, por otro lado, todavía no se sabía nada del paradero de Sofía, mi amiga, y eso me tenía preocupada.

Hola- dijo Cira estirándose.

Hola- saludé.

Ya despierta? Es temprano- dijo Cira extrañada.

Verás, hoy es un gran día, y como dice el dicho: “A el que madruga Dios lo ayuda”, y necesitáremos toda la ayuda posible- le expliqué.

Espero. Y viste a Geral? Duerme como un bebé, que envidia!- dijo Cira a lo que yo reí.

No te pongas de envidiosa que ya la despierto- le dije acercándome a la cama donde se encontraba durmiendo Geraldine.

Cuidado y te pega- me susurró Cira.

Le toqué el hombro a Geral varias veces y no despertaba.
Cira, con lo “inteligente” que es, se le ocurrió gritarle a Geraldine para que despertara.

Despierta!- le gritó en el oído Cira.

Yo, por precaución, di unos pasos lejos de ellas.

Pam! Pam! Pam!

Se oyó los golpes que le dio Geral con un libro a Cira.

No jodan!- gritó Geral.

Cuando se calmaron las cosas me acerqué lentamente a donde Cira.

Tenías razón, iba a golpear, pero solo a ti- dije de forma algo burlona a lo q Cira me lanzó una mala mirada.

Mejor me quedo por allá- dije apuntando al balcón de mi cuarto en donde me había escondido cuando el alboroto.

Si, mejor- dijo Cira con mala cara.

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Ya estás calmadita?- le pregunté a Cira.

Sí, para tu suerte-

Jijiji- solté una risita nerviosa.

Estás lista para esto?- preguntó refiriéndose al plan que teníamos.

Sí, creo- respondí.

Todo va salir como lo planeado- me dijo para tranquilizarme.

Ajá- asentí con la cabeza.

Y el ogro despertó?- pregunté.

Sí, y si no quieren que la próxima las tire por la ventana no me despierten- dijo Geraldine.

Lección aprendida- le dije.

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