El miedo es para débiles.

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-Ya me arregle ¿ahora qué?- Dije molesta. Jeff me había presionado para que me arreglara.

-Pues... en realidad solo te dije que saldríamos para alejarte de esa mujer- Gruño y perdió su vista en su celular.

-¿Qué tanto vez?- Me acerque y el apago rápido el móvil.

-Nada que te importe...- dijo levantándose de su asiento y poniéndose de pie frente a mi amenazador.

Me encogí y baje la vista.

-Sabes que no puedo salir por obvias razones, idiota- Me dijo dándome un golpecito suave en la frente con su dedo índice.

-Sí, de todos modos no estaba emocionada por ver el cielo...- Dije sarcástica.

-Mierda, me haces sentir un jodido y maldito represor... o espera, lo soy- Me sonrió.

-Voy a la habitación a escuchar algo de música.- Me aleje de él y me encerré en la habitación.

Me tumbe en la cama y coloque la música de mi móvil.... Mi móvil ¡Que idiota! ¿Por qué no eh llamado a la policía? Rápidamente puse el teclado y escribí 9-1-1 pero no marque, solo tecle el número. Pensé unos segundo y justo cuando iba a presionar el teléfono verde para iniciar la llamada Jeff toco la puerta.

-Pecosa ¿Qué haces?- Abrió. Yo apague rápido el teléfono y lo eche bajo la almohada.

-Escucho música, ¿no es obvio? – Dije seca.

-Oye, lo siento pero no puedo andar por la calle tranquilamente, no es divertido escaparse de prisión una vez al mes ¿sabes?- Dijo sentándose en la cama. –Podemos salir en la noche si quieres...- Susurro.

Puse una sonrisa en mi cara, en serio quería salir, no me gustaba sentirme prisionera, aunque así fuera.

-Sí, sí quiero salir.... ¡Gracias!- Dije aplaudiendo con emoción.

-Tranquila, no te emociones tanto.... Ahora pongamos un par de reglas....- lo último lo dijo con una tono de voz más que serio.

-Dime....-

*

-Tranquila, no te emociones tanto.... Ahora pongamos un par de reglas....- Dije serio.

-Dime... - su voz era tímida.

-Regla número uno: No hablar con desconocidos. Regla número dos. Prohibido alejarse de mí. Regla número tres y la más importante- Sonríe – Tienes que ser como mi perro.... Y un perro no desobedece a su amo ¿entendido?-

Alexandra tenía una cara de confusión sin precio.

-¿Perro?- tartamudeo.

-Escuchaste bien... y más te vale no romper ninguna regla. Los perros malos deben ser castigados- Reí bajo.

-Bien.... Al menos saldré un momento de estas paredes- Suspiro.

Alexandra se quedó escuchando música en la habitación y yo me quede en el sofá viendo tv. Cuando eran las 10 pm me puse de pie y camine a la habitación. Abrí la puerta.

-¡Jeff!- Grito Alexandra, la mire, estaba en ropa interior, a pesar de que note su incomodidad me quede mirándola conteniendo la risa que me causaban los nervios.

-¿Por qué estas desnuda?- Solté una risita.

-Hace frio.... Quería cambiarme con algo más cómodo para salir.- Dijo cubriéndose con una blusa.

-Bien apúrate, para poder caminar a gusto un rato- Dije dejando de contener la risa y saliendo del cuarto.

*

Estúpido Jeff.... Entra al cuarto sin tocar a la puerta.

Tome la blusa con la que me había cubierto y me la coloque para calentar mi frio cuerpo, tome unos janes y me vestí rápido. Salí de la habitación y vi a Jeff en el sofá viendo tv.

-Ya estoy lista...- Susurre.

El giro su cabeza para verme y me sonrió.

-Ya era hora. ¿No llevas suéter?-

-No, haci voy bien.-

Jeff tomo una chaqueta de cuero y se la puso dejándola abierta, tomo su bufanda y una gorra que también se puso.

-Vámonos... dame la... mano- Dijo haciendo un gesto de 'desagrado'

-Yo tampoco estoy muy contenta Jeff- Dije entrelazando sus dedos con los míos.

Salimos y Daniela estaba regando las plantas del pasillo, me sonrió y le regrese la sonrisa. Cuando llegamos a la calle Jeff me apego a él. Me sentí incomoda pero estaba feliz de salir a la calle.

El cielo estrellado hacia un hermoso paisaje y la luz de la luna nos guio a un quiosco en una plaza. Nos sentamos en una banca y ahí fue donde comencé a sentir el frio de la noche. Envolví mis brazos sobre mis hombros.

-¿Qué te pasa?- Gruño Jeff.

-Me dio frio....-

-¡Te dije que trajeras suéter! Tonta- Dijo quitándose la chaqueta. Me la ofreció.

-No es necesario... gracias.-

-Eres mi perro, si te ordeno te pongas la estúpida chamarra, te la pones ¿entiendes?- Me dijo de forma agresiva.

-Entiendo...- Dije en voz baja. Recibí la chaqueta y me abrigue con ella.

Después de estar un buen rato ahí, en silencio el me volteo a ver. Su mirada pesada me incómodo.

-Oye....- Dijo

-¿Qué pasa Jeff?-

-¿Te doy miedo?- 

Los mas buscados -Jeff the killer-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora