Suspire y me senté en el sofá a fumar, vi que Ticci fue a ver a Alexandra pero ella no le abrió.
-Perdón Jeff, si no te hubiera dicho que saliéramos Alexandra no se abría enojado.-
-No te disculpes hermano, tarde o temprano iba a pasar, ella y yo no somos nada- Le sonreí.
-¡Serás idiota! Claro que son algo, ella te quiere Jeff y tú se lo acabas decir ¡Te gusta!- Me comenzó a regañar.
-Me gusta, mas no siento algo por ella- Comencé a negar mis sentimientos a pesar de que muy en el fondo sabía que yo también la quería.
-Bien, si tú no la quieres ¡Yo la amo! Así que puedo irme con ella, así no te será un estorbo y puedes revolcarte con cuanto ser vivo que se te cruce.- Ticci estaba obviamente enojado.
Lo mire y arquee una ceja con la expresión seria.
-No tienes remedio...- Gruño.
-La quiero, sí. Solo quería ver su reacción cuando le dijera que no somos nada.- Ticci casi se me va a encima a los golpes.
-¡Eres un insensible, maldito! ¿Cómo te atreves a jugar con los sentimientos de mi amiga de ese modo?-
Yo solo me limite a reír.
-Perdón... No pude evitarlo-
-Hijo de.... ¡Más te vale que le pidas una disculpa!- Me dijo amenazante.
-No le pediré disculpas.- Prendí un cigarro. –Mira Ticci, en serio cambiaría el hecho de que ella y yo no fuéramos nada, en serio la quiero, pero sé que ella no aceptara. Odia a todos los hombres, ¡Sin excepción!- Dije haciendo la voz aguda eh imitando a Alexandra.
-En serio, eres un bastardo idiota- Se fue hacia su habitación.
Me quede un buen rato solo hasta que llegó la hora de la comida. Me puse de pie para preparar algo pero recordé que aún no íbamos de compras. Y justo en ese momento comprendí lo que había hecho; había lastimado a la única mujer importante en mi vida. Me encamine a la habitación y pegue la oreja la puerta para escuchar a Alexandra cantar casi llorando. Ya había olvidado como su voz me cautivaba al cantar.
-Alexandra...- Toque la puerta. No hubo respuesta, solo silencio. Insistí. –Pecosa, ábreme.-
-Vete al diablo Woods- Obtuve de respuesta.
-Alexandra, por favor... abre la puerta- Seguí golpeando la puerta.
De nuevo hubo silencio, comencé a desesperarme y a golpear con más fuerza la puerta, pero solo conseguí que Alexandra comenzara a gritar que la dejara en paz.
-Bien, no me dejas opción- Me aleje un poco y con todas mis fuerzas, de una patada abrí la puerta.
Alexandra se arrincono espantada contra la pared y yo la acorrale con los brazos dejándola inmóvil.
-Jeff.... No me lastimes- Alexandra cerro los ojos y comenzó a llorar.
-No lo are.- La bese pero ella me rechazo casi de inmediato.
-Lo estás haciendo, imbécil- Me miro a los ojos.
Sentí como si su mirada fuera una bala que iba directo a mi cabeza.
-Perdón ¡No quería hacerlo! ¡Te quiero mujer!- Le dije pegando mi frente a la suya.
-Que lastima, yo solo soy tu rehén- Me empujo separándome de ella. –Voy a ir a comprar algo para comer, regreso en media hora.- Salí dejándome ahí parado y sintiéndome como un perfecto idiota.
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Los mas buscados -Jeff the killer-
RandomAlexandra Oster es una joven pasante de medicina, aun no iniciaban sus practicas cuando tubo un percance con ese hombre. El hombre que cambiaría su vida, el hombre que le robaría su libertad. ____ Mi nombre es Alexandra Oster, y esta es la historia...