Capitulo 1

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Ya pasaron 3 años después del nacimiento de mi ahijado-sobrino era un término extraño pero no encontraba otro para describir a esa personita que ocupaba un lugar muy especial en mi corazón.

Me gradúe de la universidad, fue una etapa lograda y de la mejor manera al lado de las personas que apreciaba y que me apreciaban a mi de eso estaba mas que convencida.

Me encontraba en mi nuevo trabajo terminando unos últimos informes, mi trabajo en la empresa de medio tiempo cambio para convertirse en tiempo completo cuando inicie mi proceso no pensé que la responsabilidad fuera tan grande pero aquí estaba, tratando de llevar la contabilidad de una compañia tan grande como lo era B&R, todo el peso recaía sobre mís hombros pero era algo que me apasionaba y que amaba hacer.

- Maria, ¿Bruno ya llego? -

- Sí Sarah -Bruno era mi jefe, un señor como de algunos cincuenta años quizás mas, muchas veces lo llame señor Bruno pero él insistía en que debia quitar el señor y dejar solo Bruno.

Toque la puerta y escuche dar la orden que pasara.

-¿Sarah como estas? -Dice él sin levantar la mirada de su computadora.

-Bien Bruno y tu? -me acomode en una de las butacas que estaban en su oficina.

-Bien Sarah.

-Aquí están los balances de este mes -

- Dejalos en cualquier parte mas tarde los reviso -Dice aun con sus ojos puesto en la pantalla del computador.

-Pasa algo Bruno? -La verdad es que parecía preocupado y por mas que tratara de buscar respuestas en la computadora esta parecía negárselas.

- Si Sarah -

-Puedo ayudar en algo? -Por un momento se quedo pensando, no sabia exactamente que era lo que lo tenia tan preocupado.

- Si, ven acá - me llamo con su mano.

-ves esto? -me señaló unos planos que tenia en la pantalla.

-Si - dije confundida, no tengo la menor idea que contenían esos planos.

-necesito que convensas en una hora - mira su reloj de mano - a unos socios que vienen de que este proyecto es una buena inversión.

-P-pero yo cómo -

-Se que puedes hacerlo Sarah -- trataba de convencerme.

-N-no yo no -me negué de inmediato, mi trabajo era absolutamente en otra área no tenia nada que ir a buscar en esos planos, ni en la sala de junta, nunca se me hizo fácil exponer y aunque había crecido profesionalmente sentia que no iba a ser capaz.

- Si puedes Sarah, entiende que sin este proyecto la constructora se ira a un pique económico -

- Es en una hora como pretende que me aprenda el contenido del proyecto -

-Encargate de la parte económica, Robert hará el resto -

- Pero quien es Robert? - pregunte frustrada.

-Yo -Dice un hombre que aparece por la puerta de la oficina, quizás un poco mayor que yo.

-Sarah él es Robert los presento -

-Mucho gusto -estiró su mano para saludar, era alto color de cabello castaño, sus ojos me recordaban a Victor eran exactamente del mismo color, usaba traje y tenia un café en su otra mano.

-Sarah - Sonreí sin mostrar los dientes.

-Bueno aquí están los datos financieros, tu puedes con esto -me dice Bruno y me entrega una carpeta con varios papeles dentro de ella, trato de leer todo cuidadosamente mientras los minutos en el reloj corrian, no entiendo en que momento acepte esto, esperen! Nunca acepte pero con Bruno cualquier cosa era posible, era difícil negarse ante cualquier peticion de él.

°°°°°°°°

-Que tal tu trabajo?- Pregunta Víctor mientras me siento en una de las sillas del comedor a cenar.

-Abrumador -meto un bocado de pollo a mi boca, últimamente el cansancio y el estrés provocan mucha hambre -y el tuyo?

- Bien mi amor - responde y toma un sorbo de vino.

Todo el estrés y el cansancio desaparecían cada vez que Víctor pasaba sus cálidas manos por mi espalda , empezaba a dar pequeños masajes y un camino de besos amaba tanto esa sensación.

Cuando empece a trabajar, se metió en mi cabeza la idea de cambiar los muebles, comprar nuevos utensilios para la cocina, querer tener un jardín y dos estacionamientos para los autos.

Victor era perfecto para complacer cada capricho mio, nos mudamos a una nueva casa, no era ni grande ni pequeña era acogedora, perfecta para dos recién casados con muebles nuevos. La casa era de una sola planta, con un jardín perfecto, y dos habitaciones.

-Amor tu padre me llamo -Dice Víctor mientras se acomoda al lado mio en la cama.

-Que dijo? - me gire a verlo y undi mi cara en su pecho.

-Que fuéramos el domingo, ya sabes para un asado -

- Perfecto - Cerré mis ojos y me quede profundamente dormida.

°°°°°°

Era sábado por la noche  iría con Camila a llevar a Salomón al cine me gustaba tanto salir con él, poder jugar cargarlo y aunque estaba un poquito grande ese no era ningún impedimento para mi.

-Para donde vas ? - Victor rodea mi cuerpo mientras aplicó crema a mis piernas.

-Llevaré a Salomón al cine -

- Dejaras solo a tu esposo?-

-Solo un rato amor - Él empezó a dejar besos en mi cuello nunca me le podía resistir a eso.

- Si sigues así no saldré nunca de aquí - Él se fue riendo a carcajadas para la sala y yo seguí alistandome.

Me coloque unos jeans, blusa casual y una chaqueta, cogí mi cartera, las llaves del auto y empredi mi camino hasta la casa de Camila.

°°°°°°°

-Buenas -Dije apenas cruce la puerta principal del apartamento de Camila, ella vivía en un edificio, para mi gusto deberían cambiar de casa, habían juguetes regados por todos lados y por mas que Grace su empleada tratara de organizar todo Salomón seguía regando sus juguetes.

-Tia - grita Salomón apenas escucha mi voz sale corriendo de su habitación y se lanza sobre mí.

-Pero que bonito estas -llevaba puesto unos jeans, una camisa mangas largas y zapatos clásicos.

-Tu también Tia - Me da un abrazo y besa mi mejilla.

Camine hasta la habitación de Camila ella se estaba aplicando maquillaje.

-Hola nena -me lanze sobre su cama no habíamos perdido nuestra hermosa amistad, siempre fue la misma de siempre.

- Hola nena -Me devuelve el saludo - Lo siento es que Salomón no me dejó alistarme a tiempo, me toco cambiarle de zapatos dos veces -

-Niños - reí.

Emprendimos nuestro viaje hacia el centro comercial, buscamos una película que estuviera en estreno, compramos palomitas y gaseosa.

Gracias por leer si te gusto me regalas una

Mas Fuerte Que NuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora