Capitulo 20

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Mis ojos pesaban mucho para poder abrirlos, este lugar es tan frío quisiera que una gruesa cobija cubriera todo mi cuerpo pero solo hay una tela delgada tapandome.

Mi barriga la siento diferente, dentro de mis sueños trataba de tocarmela y no se sentía igual que antes, no tengo a mi bebe dentro de ella.

- Mi hijo- me levanto entre lágrimas y mis padres están a un lado de la camilla, mi madre agarra mi mano mientras que mi padre soba mi cabeza para darme tranquilidad o eso pretende.

- Donde esta mi hijo Mami? - trato de levantar mi cabeza de la almohada pero un fuerte pinchazo me hace devolverla de golpe.

- Tranquila hija a él lo tienen dentro de una incubadora.

- Porque mama? Tengo que ir por él- empecé a despegarme todos los esparadrapos y a sacarme la aguja de mi mano para levantarme e ir por mi bebe.

- Tranquila Sarah él esta bien- mi mama tiene sus ojos inundados de lágrimas lo que hace contradecir sus palabras, mi padre sale de la habitación rápidamente.

- Mi bebe porque esta dentro de una incubadora? -

El doctor entro por la puerta de la habitación detrás de él mi padre y una enfermera.

- Tranquila señora Rose vuelva a la cama- la enfermera tomo mi mano y empezó colocar todas las agujas de nuevo en su lugar y coloco medicamento en el suero.

- Que le pasa a mi hijo doctor? - me sentía mas tranquila el medicamento actuba demasiado rápido.

- Tuvimos que sacarlo antes de tiempo, el diagnóstico que le di hace unos meses atrás fue todo un hecho, sus pulmones aún no se han madurado-

- Él estará bien doctor? - lágrimas se salían de mis ojos pero me sentía tranquila y aunque quiera salir corriendo de aquí mi cuerpo me lo impide.

- Claro que si ahora descansa, mas tarde hablaremos- le escuche decir y mis ojos se volvieron a cerrar callendo en un profundo sueño-

Pensamiento de Víctor

Muchas veces intente entrar a la habitación de Sarah lo único que queria era verla, abrazarla ,besarla, decirle cuanto la amo, pero sus padres me lo han impedido.

Esperaba la orden del doctor para entrar a ver a mi hijo, mi madre por suerte ya llego a la ciudad y estaba en mi casa arreglando todo, cambiando los muebles para la llegada de Sarah no quiero que encuentre todo igual a como lo dejó ese día, saldrá un poco costoso pero por suerte tengo a mi padre para que me de una mano, le devolveré el dinero centavo tras centavo pero ahora necesito una ayuda por parte de él.

- Señor Williams sigame por favor- una enfermera se acerco a mi y la seguí hasta el final del pasillo, en la parte de arriba decía cuidado intensivo.

Entre me coloque una bata un gorro para mi cabeza y guantes.

Entre a la sala donde se encontraban todos los bebes y la enfermera me indico el lugar de Benjamin.

Sus manos eran tan pequeñas al igual que sus pies, todo su cuerpo en general, me gustaría ver sus ojos saber cual es su color si son como los de Sarah o como los mios, lágrimas caían por mi rostro cuando vi unos tubos que salían de su boca y su pecho se movía rápido, se notaba cuan difícil se le era respirar.

Me acerque a la incubadora para hablarle, que reconociera mi voz que se diera cuenta que su papa estaba con él.

- Benjamín hijo, aquí estoy, quedate con nosotros por favor tu mama esta esperandote para cargarte, darte mucho cariño, te enseñaremos a caminar juntos, te llevaremos a tu primer día de clases sera un poco duro campeón pero ahí estará tu madre para convencerte de que la escuela es el mejor lugar de todo el mundo donde te enseñaran cosas que nosotros no podremos, lo único que te pido mi pequeño Benjamín es que abras tus ojos muy pronto para llevarte a casa y aunque las cosas con tu madre están difíciles se que de esta vamos a salir, pero eso lo haremos juntos, necesitó que te mejores pronto y me ayudes a convencerla de que todo fue un error una trampa de Claudia, te amo hijo -

Me quedé a su lado por 30 minutos, no nos permitían pasar más de eso por persona. Amo tanto a mi hijo, desde antes de verlo sabía cuán importante era para mi. Benjamín y Sarah son las dos personas que más amo en todo el mundo.

- Señor Williams afuera hay personas que quieren entrar a ver al niño- seque las lágrimas que caian por mi rostro y salí de la sala, afuera estaban los padres de Sarah esperando su turno para ver a Benjamín, intente dirigirles la palabra pero mi intento fue en vano al parecer todo con ellos esta perdido.

Necesitaba salir de esta clínica o iba a perder la razón, fui hasta las afueras del lugar y me senté en una de las bancas de un parque cercano, el sol ya casi se escondía detrás de las nuebes y me encontraba totalmente solo.

- Agarralo por favor- un papel venia rodando por el sendero del parque. Le puse el pie encima y una mujer de  se acerco a mi.

- Gracias me salvaste la vida- me incline a coger el papel y se lo entregue en sus manos.

- No es para tanto- su cabello era negro como la noche al igual que sus ojos, una mirada penetrante, alta color de piel blanca como un papel, era una vieja conocida.

- ¿Lucia?-

- Si- me sonrió y nos dimos un fraternal abrazo, estuvo conmigo en la Universidad cuando yo apenas era un estudiante, los dos cogimos diferentes caminos pero aún la recordaba.

- ¿Que es de tu vida? - nos sentamos en la banca, se que no es momento de entablar vida social pero necesitaba distraerme.

-Soy pediatra en este hospital -

- Aquí tienen a mi hijo, acaba de nacer -

- Felicitaciones Víctor, me alegro por ti, ahora debo irme, voy tarde a mi turno, pero me alegro verte-

- Igual - le sonreí y nos despedimos.

Fui de vuelta hasta mi casa, mi madre habia  hecho un buen trabajo porque no había rastro de lo sucedido, ella estaba ya dormida así que no quise molestarla, mañana tendré mucho tiempo para hablar con ella, que me aconseje sobre que debo hacer, sus consejos siempre fueron utiles a la hora de solucionar cualquier problema y ahora los necesitaba mas que nunca.

Gracias por leer si te gusto me regalas una

Mas Fuerte Que NuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora