Mas Fuerte Que Nunca

Capítulo 36

Cinco meses después

Aquella vez en el muelle los policías abatieron a Claudia, un triste final para alguien que estaba falta de amor, cariño, respeto, y aunque me hizo mucho daño a mi y a mi familia jamás le desearía el mal a alguien, aunque agradezco que esos dos tiros no hubieran impactado a Víctor o si no mi vida hubiera acabado en menos de un instante.

Durante todo este mes hemos buscado alternativas para una nueva vivienda, lejos de todo esto, sé que aquí inicio todo, toda nuestra bonita historia de amor pero también sé que en la vida todo es un constante cambio, y que esta bien hacerlos.

Andrew después de tanto tiempo por fin salio del campamento, es un joven diferente, en sus ojos no está el mismo chico rebelde que algún día fue. Dentro de ese lugar aprendió muchas artes, musica, pintura incluso danza, jamas me imagine a Andrew dentro de una clase de baile.

Sin duda alguna mi vida al lado de Víctor a tenido altos y bajos. Cosas que nos han enseñado a madurar emocionalmente, cosas que nos han enseñado que tan grande es nuestro amor y que ese amor puede vencer cualquier obstáculo. Nadie nunca me dijo que iba a ser fácil convivir con alguien, tienes que aprender a compartir gustos, opiniones, responsabilidades, decisiones incluso un espacio, si me preguntan ¿Existe el hombre perfecto? Diría que si, sin dudar ni un instante. Si me preguntan ¿Existe el amor verdadero? Tambien diría que si. Y esta vez me refiero a Nicolás, mi hijo, el fruto del amor que hay entre Víctor y yo. Un hijo es para toda la vida, un amor incondicional.

Con la llegada de nuestro pequeño hijo a nuestras vidas, terminamos de crear el lazo que nos unirá para siempre. Un lazo que nadie nunca podrá romper por mas obstaculos que se interpongan entre notros.

- ¿Preciosa ya estas lista? - hoy era el gran día donde íbamos a renovar nuestros votos matrimoniales, después de tantas cosas malas entre nosotros era necesario volvernos a jurar amor eterno ante Dios.

- Termino de maquillarme y salimos ¿Vale? -

- Sarah llevas maquillándote por más de una hora, eres perfecta - eran pequeñas cosas que siempre hacían de mis días los mejores.

- Te amo- me acerque a su cuerpo sin tocarlo, él ágilmente entrelazo nuestras manos y me beso.

- Deberías de terminar de arreglar a Nicolás - dije en cuanto nos separamos.

- Ya esta listo, solo faltas tu -

- Si seguimos así nunca terminare- seguía besándome-

- Te espero afuera princesa- beso la punta de mi nariz y salio de la habitación.

Termine de maquillarme, arregle una vez más mi vestido y salí hasta la calle donde estaba Víctor y mi pequeño hijo esperándome.

Llegamos hasta la casa de campo donde una vez sellamos nuestro amor Víctor y yo. Pensamos que era buena idea renovar nuestros votos donde en alguna ocasión nos casamos.