veintitrés.

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¡Hola! Disfruten la lectura (:

Recuerden mencionar si hay algún error, estoy demasiado perezosa ahora como para revisar t.t 

Comenten y voten! <3

PD: ¿Alguien ve The Vampire Diaries? Estoy obsesionada con Damon y Stefan. Demasiado bellos en la vida. 

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La cabeza de Oriana se arqueó cuando escuchó la puerta de su departamento abrirse y cerrarse. Todavía estaba despierta esperándolo y para hacerlo se había tomado una taza de café a propósito. Oriana odiaba el café, pero había necesitado la cafeína y decidió tragarlo todo de un sopetón y pasar el sabor con chocolate caliente. Oriana pudo escuchar voces susurrando abajo, y seguidamente el familiar tintineo de las llaves siendo puestas en el llavero, pero no escuchó pasos en dirección a las escaleras.

Esperó un momento, si querer salir enseguida. Aunque todo lo que escuchó fue a su hermana diciendo buenas noches sin recibir respuesta, y luego bajos pasos por las escaleras. Deslizó sus gafas hacia su cabello y cerró la novela entre sus manos, esperando a que entrara. Solo que el eco de pasos pasó junto a la puerta en dirección hacia el salón. Harry no subió, pero Oriana se quedó en su lugar esperándolo. Sabía que esa era probablemente la reacción que optaban luego de ver a sus padres, y quizá Harry necesitaba espacio. Él, sin embargo, no le había texteado en toda la noche así que había asumido que todo había ido bien.

Esperó un poco tiempo más antes de deslizarse fuera de sus sabanas de satén y colocar el libro en a mesa de noche. Oriana buscó su albornoz sobre la silla, deslizando el material suave por sus brazos hasta hacer un nudo sobre su cintura. Lentamente caminó lejos de su puerta para echar un vistazo por las escaleras, pero no vio nada más que vacío. Un extraño frío en su apartamento.

Salió y se volvió a poner las gafas antes de mirar el gran reloj en la pared, el cual leía medianoche exactamente. Se cruzó de brazos y camino de puntillas hacia la barandilla, apretando el metal mientras ladeaba la cabeza para ver el salón. Su saco estaba sobre el sofá pero él no estaba.

Oriana empezó a bajar los escalones, sus pies descalzos colisionando contra el mármol mientras sus delicadas uñas se arrastraban sobre la barandilla de las escaleras. —¿Harry? —le llamó, saltándose el último escalón para correr hacia su cocina.

Se estremeció y se apretó a sí misma, percatándose repentinamente de que la puerta de vidrio estaba abierta y el viento helado estaba aumentando. Finalmente lo vio. De espalda en el balcón. El vidrio no estaba empañado así que sabía que no estaba imaginando el humo desprendiendo de él. Estaba fumando.

Oriana vaciló en salir. Solo lo había visto fumar una vez, pero sabía que los mantenía cerca por si necesitaba relajarse. Con un profundo suspiro, fue hacia la puerta. Ignorando el frío, salió al balcón y fue hasta su lado.

a favor ➳ h.s (español) || act. lentasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora