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CONTIENE FUERTE CONTENIDO SEXUAL.

"No, no, no." Harry despotricó en su teléfono, siendo interrumpido por el hombre en la otra línea que continuó diciéndole barbaridades desde el piso inferior. Sus anteriores intentos de presentar la caída de su piso habían sido inválidos ya que no había sido lo suficientemente valiente para levantarse y hablar cuando Harry se había cabreado con un hombre que había llegado tarde. En lugar de eso, decidió compartir informes, y comprendió porque había decidido evadir una patada en el rostro por su jefe molesto.

"No, los tienes listos para el martes." Dijo seriamente. Arielle probablemente podía escucharlo gritar como normalmente, ya estaba acostumbrada a ello. Enfrentó la ventana, tratando de medir su voz. No es como si estuviera funcionando y lo hiciera más discreto.

"No. Escúchame. No. Cierra la puta boca." Gruñó, y bajó la voz. "Para el martes, ¿Vale? Esa es la fecha límite. No para el Miércoles. Para el maldito martes. Porque es el día en que los documentos deben ser ingresados o sino, perdemos el trabajo."

Hubo silencio por un momento, y Harry se puso las manos en el rostro cuando le dio otra excusa tonta. "Deja de tratar de joderme." Escupió. "No te metas con mi propio trabajo. Tienes tu departamento, termínalo. O sino iré ahí y los terminaré malditamente yo mismo. Y yo absolutamente odio llenar papeleo. ¡Para eso es lo que jodidamente te pago!" Concluyó, y la otra línea estuvo en silencio. "Martes." Y con eso, azotó el teléfono en su soporte y arrugó la frente furiosamente.

"Idiota." Resopló, desplomándose en su silla y dándole vuelta. Con la cabeza contra el cuero.

Su noche estaba a punto de extenderse hasta la madrugada. Eran las cuatro, y tenía una última reunión lista para el lunes. Tenía algunas cuentas que arreglar y una idea en mente que tenía que ver con Oriana. Quería mimarla, pero necesitaba una excusa para hacerlo. Debía entrar en un sitio web particular y encontrar el precio de lo que quería comprarle. Sonrió para sí mismo ante la idea. Era trabajo personal, pero no quería ir a casa aún. Su hogar era gigante y vacío y ahora que tenía a alguien con quien compartirlo, se sentía igual.

Harry se levantó, debatiéndose en su silla si cancelar su próxima reunión. Tenía una importante reunión con el departamento de riesgos dónde debía escuchar a Grayson divagar sobre la información reunida de los clientes que la compañía deseaba asegurar, echarle un vistazo a sus necesidades de seguro y evaluar sus riesgos, y entonces, regresar a su oficina y observar el espacio de nuevo. Pensó en hacerlo.

Tenía cosas por hacer, pero la mayoría podía ser realizada por otras personas. Por eso es que podía saltarse un día en el trabajo o irse de vez en cuando, dependiendo de las cosa que tenía que hacer, pero sólamente no quería que su padre se enterara de su falta de atención en el negocio.

Harry asistió a la reunión de mala gana y se sentó al final del escritorio, observando la bandeja de entrada con su novia, quería enviarle algo, pero no sabía qué. Se desplazó por sus fotos y miró la fotografía que había tomado hace dos días. Ella se había quedado dormida luego de que hubieran terminado de tomar su chocolate caliente, había esperado que se durmiera para admirar la forma en que su cuerpo descansaba. No de una manera espeluznante, simplemente quería ver su cuerpo relajado y sus ojos cerrados. Descansó junto a su cuerpo por un rato, pensando en todo.

Había tomado una foto de su cuerpo bajo encima de las sábanas, simplemente usando su ropa interior. No era espeluznante, de hecho, ella tenía una foto suya que obviamente le había tomado estando distraído como fondo de pantalla. Después de todo, las únicas veces en las que Oriana estaba en su teléfono era cuando estaban en el auto. La estableció como su fondo de pantalla y la miró por un momento.

a favor ➳ h.s (español) || act. lentasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora