a favor ➳ h.s (español) || act. lentas

treinta y dos [*]

El capítulo creo que no está corregido, así que no se vuelvan locas si ven alguna anomalía en alguna parte... Oh, y estos capítulos han tenido mucho smut, al igual que éste y el siguiente, por lo cual; disfrútenlo (: 

¡Casi llegamos a los 100k de lecturas! <3 Me alegra demasiado que toda esta gente esté disfrutando de la historia, me hace mucha ilusión saber que mi trabajo da sus frutos, ¡gracias! <3

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—¿Cuánto falta? 

Harry miró a su novia, cuya barbilla descansaba en su hombro, malhumorada por no saber su destino. Lo miró con tristeza, intentando lograr que cayera por su mirada. 

Oriana simplemente quería saber a dónde iban, Harry había mantenido todo incógnito cuando la montó en un tren, dónde la barrera del lenguaje le impedía descubrir el destino, del cual no tenía idea. Era un lugar en las afueras de París. 

Él se rió de su terquedad—. No voy a decirte. 

—Por favor —rogó, metiendo la mano bajo su camisa para acariciar su camino feliz. Estaba intentando sonsacarle información, pero Harry reaccionó negando con la cabeza, incluso cuando sus dedos traviesos tiraron de su cinturón, mantuvo su postura. Oriana apoyó la sien contra su hombro y retuvo una maldición. Amaba las sorpresas, su fin de semana había estado llena de ellas, pero ella quería saber. También tenía que ver con la mirada engreída de Harry mientras la abrazaba. 

—Eres malo —suspiró, cerrando los ojos e inhalando su colonia. Sus acciones contradiciendo sus palabras. Él siempre olía bien. Siempre tan sofisticado, ella no podía evitar acurrucándose contra él incluso cuando estaba frustrada. 

—Soy encantador —se defendió, colgando la mano sobre su muslo para plegar su mano a su alededor, tirando de ella suavemente. Oriana dejó la pierna sobre su regazo, su pie colgaba entre sus piernas de tal forma que podía abrazarlo mucho más. Se sentió extremadamente empalagosa colgando de él, con la cabeza apoyada en su pecho y su otra mano sobre su estómago. Intentó mortificarlo mucho más suspirando otra vez, y soltando un chillido contra su jersey. 

Harry puso los ojos en blanco ante su comportamiento, y deslizó la mano en su muslo hasta su nuca, cubriendo su boca después. Ella chilló y tiró de su muñeca, riéndose cuando retruvo su mano suavemente. Tiró de vuelta con su mano todavía sobre su muñeca, impidiendo que lograra su cometido mientras se ondeaba el cabello tras la espalda. Harry observó su sonrisa por un segundo demasiado largo y se distrajo. 

—Vamos, dame una pista —Oriana trató una última vez, volviendo a poner la cabeza en su hombro y observando la vista del exterior a través de la ventana. Pasaron un parque con un lago en forma de círculo, sin embargo, los barrios lucían igual que los que pasaron antes. 

—Te estoy llevando a... Tu muerte —rió, ojeando a la familia sentada en el carril frente a ellos—. En realidad estoy sorprendido que no lo hayas descubierto aún —Harry escaneó al pequeño usando un disfraz de Elsa, él —y quienes parecían su hermana y padre—, habían estado cantando canciones de Frozen desde que entraron. Los padres parecían cansados. Él en serio estaba sorprendido de que Oriana no lo hubiera descubierto. 

—No digas eso. Haces que me sienta tonta. 

—Eres tonta. 

—¡No lo soy! 

—Mi promedio es más alto que el tuyo —argumentó y Oriana lo fulminó con la mirada, sin admitir su derrota. 

—Mis tacones son más altos que los tuyos.