a favor ➳ h.s (español) || act. lentas

veinticinco.

Oriana explayó su puerta sin aliento y lista para disculparse por el tiempo que había tomado su ducha, empero, se congeló en posición cuando vio quién yacía risueña en los brazos de su novio, retorciéndose y palmeando su camisa abierta. Tomó un momento para absorber lo que ocurría.

Harry le sonrió, mirándola sobre sus ojos amplios sin darle importancia. Oriana casi se desmayó al ver a la pequeña tirando de sus rulos. Sentada en sus brazos adornados con una camisa blanca de mangas largas. Su mano tatuada se envolvió sobre la pierna enrollada en un pequeño pantaloncito azul y zapatos de bebé que hicieron su corazón calentarse. El suave cabello rubio de Hope se alzaba en una cola de caballo en su cabeza.

Ella y Harry habían acordado ir por un paseo a Central Park para también tener un picnic juntos considerando que el clima era agradable, y porque ambos sabían que el estrés estaba consumiéndolo y un día normal podría sentarle bien. Pero Harry había traído consigo a la pequeña en sus brazos porque sus padres necesitaban un día para ellos solos también. Supuso que podría cederles un día libre y hacerse cargo de Hope.

—Me abandonaron con esta pequeña —rió—. ¿Está bien si nos acompaña?

—Por supuesto —Oriana respondió, queriendo arrancarse el rostro por lo paternal que lució con una bolsa de bebé sobre sus hombros llena con cosas y juguetes de niños, el collar en forma de cruz que le había dado colgaba de su cuello y la pequeña jugaba con él reavivando en ella las memorias de cuando la follaba. El parecido la incomodó ligeramente—. Sí, es bienvenida.

Harry le dio un beso rápido al que la pequeña chilló y empujó su diminuta mano contra su rostro—. ¡No! —repitió con tanta molestia que Harry tuvo que arquear una ceja en su dirección—. ¡No! ¡Travieso!

—Lo siento, cariño —asintió, como si supiera, aunque Oriana se mostró confundida—. Muy travieso.

—Chico malo —ronroneó, cruzando sus brazitos, y Oriana rió suavemente ante su problema.

—Chico malo —Oriana repitió con una risa divertida que Harry pareció admirar mientras la miraba.

—No le gustan los besos —Harry suspiró.

—Eso cambiará —Oriana chistó en un bajo murmullo cuando la pequeña escondió su rostro en su cuello, pretendiendo estar molesta.

—Cárgala por un minuto, ¿si, cariño? —la alzó en el aire para pasársela a Oriana, quién nuevamente la tomó en brazos con los ojos abiertos. Sostuvo a la pequeña torpemente y Harry palmeó su trasero con la yema de sus dedos cuando la rodeó para ir al baño—. Tengo que orinar —informó, tratando de no maldecir.

Hope inclinó la cabeza y rio, su humor cambiando repentinamente. La miró con intensidad con la boca abierta mientras colgaba de sus hombros—. Eres muy bonita.

Oriana se dio la vuelta y la alzó más en su pecho, un poco preocupada de que cayera sino la acomodaba pronto. La pequeña hablaba relativamente bien, y ella también podía hacerlo. Pero prefería ser cargada. Aunque no estaba segura de la edad en que los niños dejaban de cargarse. Oriana realmente no podía tener juzgamiento en eso cuando no tenía idea de lo que era criar a un niño.

—¿Lo soy? —Oriana rió cuando Hope jugó con su cabello.

—Sí, bastante bonita —Hoppe rió, sus r's sonando como w's—. ¿Podemos ver patos hoy? ¡Harry dijo que veríamos patos! —cambió de tema, sacudiéndose en sus brazos mientras Oriana sonreía ante su entusiasmo.

—Podemos ver patos —Oriana asintió—. También podemos alimentarlos, si quieres.

Hope asintió tímidamente—. Sí, por favor —masculló con una tímida sonrisa y Oriana le hizo cosquillas con su barbilla, haciéndola gritar en risas. Su acción hizo que Oriana se asustara, pero logró no reaccionar demasiado obvio. Sólo maldijo entre diente con una ligera sonrisa que Hope trató de reflejar, pensando que Oriana era hermosa.