a favor ➳ h.s (español) || act. lentas

cuarenta y ocho.

-¿Qué significa este? -Harry señaló con su dedo la caligrafía en cursiva impresa en su bícep. Ambos estaban acostados boca arriba sobre la cama. Oriana tenía las manos bajo su cabeza y los codos sobre la almohada, luego lo observó examinando sus tatuajes.

-Oh. Es español -trazó su dedo índice sobre la tinta negra marcada en su piel.

-¿Qué dice?

-Significa, "nunca te conviertas en un personaje secundario de tu propia historia" -Oriana le explicó, sonriéndole con la barbilla sobre su palma. La luz de la tarde se escabullía por la ventana, creando hermosas líneas en su espalda desnuda. No se había puesto un camiseta por el calor de verano. Oriana todavía llevaba su bikini bajo su bata de encaje, cuyas mangas se arremolinaban sobre sus hombros debido a su posición.

-Me gusta -Harry sonrió.

-Tiene mucho significado para mí -Oriana dijo con honestidad, sentándose contra el cabezal. Se llevó una rodilla al pecho, enterrando los pies en las suaves sábanas-. ¿Sabes? Fue mi primer tatuaje. No quería hacerme algo que no tuviese valor para mí.

-Esa es la mejor forma de pensar -Harry concordó. Él se había hecho mucho de sus primeros tatuajes por impulso y rebeldía. No se arrepentía de ellos, pero tuvieron más significado cuando creció.

-Sí -ella sonrió, pasándose una malo por el pelo enredado.

-Muéstrame los demás.

Oriana alzó su dedo medio en su dirección, presentando el tatuaje con una risita-. Símbolo de la diosa.

-Jodido infierno -Harry rió, sentándose frente a ella para tomar su dedo y mirarlo. Eran dos lunas crecientes alrededor de un círculo tintado.

-¿Qué? -ladeó la cabeza, dejando que sus dedos se deslizaran sobre el medio de su palma cuando bajó su mano, sin querer dejar de tocar su piel.

-Nada, te queda. Incluso en tu dedo medio -carcajeó.

-Sí -ella sonrió, atorando un mechón de su cabello tras su oreja.

Harry observó sus dedos viajar por su cabello y entrelazó sus dedos-. Luego, me hice un símbolo de Acuario -prosiguió, intentando no prestarle atención a su gesto. No quería exagerar nada.

-¿Dónde?

Oriana mostró su mano libre, la cual había sido acariciada por la suya, y se apartó el pelo de un lado de su cuello. Giró la cabeza a un lado para mostrar las dos líneas paralelas tatuadas en la inmersión bajo su oreja. Él también notó que tenía más perforaciones a lo largo del cartílago de su oído.

-Combinamos -sonrió, volteando la mano para mostrarle su muñeca.

-Oh -sonrió-, es nuevo, ¿cierto?

-Sí. Me lo hice el año pasado.

-Yo igual -Oriana asintió. Fue un poco raro que ambos hayan obtenido el mismo tatuaje al mismo tiempo, pero en diferentes lados del país. Ellos siempre habían estado conectados de algún modo, incluso sin darse cuenta. Compartieron otro momento dónde solo se miraron el uno al otro, hasta que Oriana lo rompió, intentando detener el rápido ritmo de su corazón.

-Luego, está este en mi antebrazo.

-Lo vi -Harry asintió-, es una flor con pétalos caídos, ¿verdad?

-Ujum -ella asintió, ojeándolo sobre su hombro.

-¿Por qué?

-Porque es para recordarme a mí misma que soy una hermosa flor -Oriana rió-, y que, ya sabes... Las flores no florecen todo el año, lo que quiere decir que yo tampoco, y eso está bien. Porque, solo es temporal y siempre estaré bien.