cuarenta.

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Terminé este capítulo en mi estado de enferma horrorosa :( pueden haber errores porque no lo edité, están avisadas. 


Harry se despertó al sentir un cosquilleo en su pecho. No era una sensación fuerte, solo un cosquilleo en su pecho que provocó que abriera los ojos y se encontrara con la brillante iluminación del departamento de su novia. Miró de reojo sus dedos dibujando círculos sobre su piel. Creaba espirales sobre la firmeza de su pecho desde sus clavículas hasta sus golondrinas de tinta. No tenía la intención de despertarlo, pero no había sido difícil disturbarlo de su sueño. El sol estaba saliendo por la ventana, pero el cuerpo de Harry no había reaccionado. 

Oriana estaba abrazada a él, su muslo descansaba sobre su entrepierna y su cabeza en su hombro. Las sábanas estaban atrapadas en su espalda, cubriendo su cintura. Casi no mostraba piel, así que deslizó el dedo sobre la elevación de su pecho. Todavía usaba su pijama. Su respiración chocó con su estómago cuando suspiró lentamente. Harry se aclaró la garganta, adaptando sus ojos a la luz mientras ella lo observaba removerse. Lo miró esbozando una pequeña sonrisa, esperando que la mirara de vuelta. 

—¿Te desperté? —Oriana inquirió, frotando los dedos sobre su piel.

—No —aseguró, aunque fuese mentira—. No. Está bien, cariño —protestó, sin querer que detuviera sus movimientos. 

Oriana sonrió, bajando la cabeza de nuevo—. Tenemos que levantarnos en una hora. 

—Ujum —Harry suspiró, cerrando los ojos otra vez. Descubrió que su mano estaba detrás de su cintura y lo aprovechó, atrayéndola a su cuerpo en un intento de calentar su cuerpo de la madrugada fría. Amaba despertar con ella mañanas como esa. 

—Harry —rió suavemente, intentando zafarse de su agarre cuando la abrazó fuerte—. Vamos. 

—Mmh, no. Una hora más —sonrió, con los ojos cerrados—. Dame otra hora. 

—Ya has dormido el doble de lo normal —le recordó, pero el hecho no perturbo su mente medio dormida. 

—Dueme —Oriana apoyó la mejilla de nuevo en su pecho. Deslizó la mano sobre su cintura para aferrarse a él y descansó los ojos sin intención de quedarse dormida. 

Oriana no había sido capaz de seguir con la discusión que habían tenido la noche anterior. Ya había expresado como se sentía y no tenía sentido preocuparse por cómo Harry tomaría todo.  Solo tenía que intentar devolver la normalidad entre ellos. Parpadeó sobre la iluminación de su departamento de nuevo y suspiró.

Él seguía en la misma posición en que se había quedado dormido, con el único detalle que las sábanas se habían corrido hasta sus caderas. Oriana observó su cuerpo, presionando la punta de su dedo sobre su ombligo delicadamente. No quería despertarlo otra vez, por lo que solo trazó el camino de vellos que desaparecía bajo las sábanas. Con un ligero ceño, alzó las sábanas, y confirmó sus sospechas al descubrir que Harry no llevaba nada puesto. Él siempre estaba más cómodo desnudo, pero eso no ayudaba a su cordura luego de no haberlo visto desnudo desde que habían regresado de París. 

Su polla semi-erecta estaba del lado en que su cuerpo se hallaba inclinado. Respiró por la nariz, tentada de inclinarse y despertarlo completamente. Parte de ella lo extrañaba. Habían transcurrido dos semanas desde que habían estado juntos por última vez, lo cual se sentía como una gran grieta en su relación. No es que no quisiera hacerlo, lo había pensado, pero no había encontrado el momento correcto. Todo estaba serio.

Oriana se recostó en el delirio de la madrugada y un pensamiento se escabulló dentro de su cabeza. A veces habían empleado el sexo como forma de comunicación, nunca había sido para ignorar algo que ocurría, sino para acercarlos más. A ese punto estaban más distanciados que nunca. Harry la respetaba demasiado para acercársele de ee modo, aunque estuviera deseandolo fervientemente.

a favor ➳ h.s (español) || act. lentasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora