a favor ➳ h.s (español) || act. lentas

veintisiete.

Hey, lamento la tardanza, aquí esta el capitulo, el cual espero que disfruten. Por cierto, van a notar la falta de acentos en algunas palabras, algo le ocurrió a mi teclado y se descontrolo, impidiéndome colocar las tildes sino directamente del corrector, bueno, prometo arreglarlo, pero aquí esta el capítulo (:

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Harry inventó una excusa sólo para no conducir a su madre regreso a casa en Staten Island y se sirvió una copa de vino.

Se sintió mal por no regresar con Oriana y no invitarla a ir tampoco, pero sus emociones se habían drenado luego de la charla con su madre y estaba muriendo de sueño. Podría quedarse despierto por largas horas normalmente, pero en noches como esa, dónde se sentía mentalmente exhausto, no se sintió apenado por tomar un trago y desplomarse en el sofá.

Le mensajeó a Oriana y le dejó saber lo que ocurría, y que la haría cuando despertara. Se arrastró hacia la cama en medio de la noche, inconsciente de la hora. La vería en un par de días antes de llevarla a París, así que no había prisa. Él simplemente no quería florecer su sospecha. Su horario estaba horriblemente ocupado y apenas tenía tiempo de ducharse por las mañanas. Necesitaba un corte de cabello para arreglar su aspecto desarreglado, pero simplemente no quería uno.

Llevó a su hermana y a su familia al aeropuerto temprano. El aeropuerto no estaba muy concurrido, así que los acompañó hasta el área de embarque. Abrazó a Hope como despedida y apretó sus brazitos antes de dejar un besó en su mejilla. Le agradeció a Jay por ser cuidarlas, y se marchó con las manos en los bolsillos mientras ellos cogían su vuelo. Heather se giró para lanzarle un beso a su hermano mientras observaba a alguien que amaba saliendo de su vida de nuevo. Nunca se había sentido más solitario que cuando regresó a casa.

La rubia que tenía como hermana era única. Era casi imposible describirla con palabras. Era su roca. Siempre lo sería. Incluso después de Oriana, antes de ella había estado ahí y sería constante. Sabía eso. Harry no pudo pedir por una mejor hermana, y ella no debería intentar tanto hacerlo feliz. La apreciaba por eso.

Una pequeña sonrisa apareció en sus labios cuando desaparecieron. Los cuatro. El hecho de que su hermana estaba embaraza lo fascinó. Sería tío. Uno apropiado. Habría un bebé con facciones similares a las suyas. Con genes similares. Era realmente adorable, y sabía que el niño tendría una vida bonita. Él simplemente tenía que pensar en un nombre que no lo avergonzara.

Harry estaba saliendo del estacionamiento con un suspiro cuando oyó su teléfono vibrar en el asiento de cuero junto a él. Lo miró brevemente y lo tomó cuando vio lo que mostraba su pantalla. Por un momento no pudo asegurar, pero cuando se inclinó para mirar más de cerca, pudo jurar que sintió como si lo hubieran pateado en el estómago. Desbloqueó su teléfono rápidamente con una mano, intentando estabilizar su auto con la otra mientras leía el simple mensaje.

Oriana:

Ven esta noche.

—Jesús —resopló cuando observó la fotografía. Estaba posada sobre el lavabo de su baño, solamente con una correa. Su cabello estaba liso y alrededor sus brazos—. Pequeña malvada —masculló para sí mismo, tipiando un mensaje antes de darse cuenta que había una esquina. Harry casi tuvo un ataque al corazón cuando sus neumáticos golpearon la curva, y él golpeó el volante con sorpresa. La persona detrás de él tuvo que frenar abruptamente. Hizo una mueca y se alejó lo más rápido que pudo.

Harry:

Casi choco.

La respuesta fue casi instantánea.