veintiuno*.

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***

                Harry volvió a caer sobre su cama con un profundo grito, viendo únicamente su amplia sonrisa cuando un gran almohadón blanco golpeó su rostro. Él estiró los brazos para agarrarla, su risa alocada resonó por las paredes mientras seguía impactando la almohada contra su rostro repetidamente. Harry mantuvo los ojos cerrados e intentó tomar la almohada. Las carcajadas de Oriana eran el otro sonido en sus oídos cuando resolló como si le estuviera haciendo cosquillas. Ella estaba sobre él, sus pies tocaban sus caderas y él tomó ventaja de eso y le tomó los tobillos.

Oriana dejó caer la almohada en sorpresa y gritó cuando tiró de su pierna e hizo que cayera sobre él. Harry gimió cuando su peso cayó sobre su estómago, y rodó hasta quedar sobre ella, causando que los dos fueran a dar al suelo. Él tomó la almohada, pero ella se había zafado de su agarre. Harry estaba arrodillado sobre la cama cuando Oriana se refugió en el guardarropa, respirando sin aliento y ondeando la mano.

—Tranquilo, cariño —lo apuntó, dándole una mirada de advertencia al que él enarcó las cejas.

—¿Tranquilo? —dijo con incredulidad, una sonrisa apareció en su rostro y se reflejó en el de ella—. ¿Cuándo me atrapaste así?

—Oh, cállate —ella chasqueó—, no te atrevas a golpearme con eso.

—Lo haré, Oriana —juró—. Ven aquí.

—No —miró de reojo la puerta y Harry lo notó. La miró diciendo "no te atrevas" pero ella lo ignoró completamente y abrió el guardarropa ignorando su falta de victoria.

Oriana corrió. Harry la persiguió, tropezando fuera de su cama y observándola correr lo más rápido posible por el pasillo. Él maniobró lo suficiente como para lanzarle una almohada cuando tuvo el descaro de mirarlo, ella chilló, ondeando su mano e apartando la almohada hasta la sala de estar. Harry observó el objeto caer y reposar sobre los sofás, Oriana había aumentado la velocidad y había llegado al cuarto de invitados. Harry corrió tras ella, abriendo la puerta tan duro que se azotó contra la pared con un crujido.

Oriana lanzó su cuerpo sobre la cama y se refugió a un lado cuando él entró resoplando, sabía que no tenía escapatoria. Las ventanas eran su única opción, pero ella no iba a saltar de ellas.

—Oh, no —Harry se quejó sarcásticamente y tomó una almohada de la cama rápidamente. Se la lanzó cuando salió de su escondite y se agachó, causando que la almohada chocara en la esquina y tumbara el ornamento sobre la mesita de noche.

Ella jadeó, se puso las manos sobre la boca y se detuvo. Miró a Harry con los ojos abiertos y él observó el objeto caro ahora destruido. —Lo siento mucho —Oriana se quitó la mano de la boca. No había sido su culpa, pero ella entró en pánico porque su agachada lo había ocasionado.

Todas las piezas de la lámpara estaban dispersas sobre el suelo. Él miró su rostro, lleno de arrepentimiento y con la guardia baja. Sonrió para sí mismo y lentamente llevó la mano hacia la mesa a su lado, dónde otra lámpara descansaba. Oriana lo observó con el ceño fruncido, y abrió la boca cuando vio el ornamento caer al suelo. Ella rió con incredulidad, y Harry estalló en risas, sin importarle una mierda.

Él inmediatamente se acercó a ella y Oriana se refugió sobre la ventana con sorpresa mientras Harry se acercaba, sólo para que la cargara y lanzara de vuelta a la cama como si no pesara nada. Se sostuvo el estómago, rodando y riendo fuerte cuando Harry tomó una almohada y empezó a golpearla con ella. —¡Ouch! ¡Eso fue injusto! —se quejó y él se rió.

Oriana esquivó su quinta arremetida, girándose y tomando la otra almohada y elevándola sobre su cabello, golpeando y poniéndose de rodillas cuando él siguió sus movimientos. Estrelló la almohada sobre su pecho expuesto y cayó de nuevo en la cama cuando Harry la golpeó en el rostro con su almohada.

a favor ➳ h.s (español) || act. lentasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora