Capitulo 24: Adiós papa.

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Hola hola! Capitulo largo donde los halla.... 13 paginas de word y un momento de insipiración muy bueno.

AVISO: El capi tiene su parte triste, no soy amiga de que pasen estas cosas, pero supongo que para hacerlo un poco más real y darle ese toque de... Una mala y una buena noticia, tenía que ser así. PREPAREN PAÑUELOS.

Y dicho esto,  no os entretengo más y espero con ansia vuessssstros votos y comentarios hoy más que nunca.

Espero que sea de vuetro agrado. No he podido resistirme ante la idea... xD

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P.O.V Raúl.

Me desperté temprano, como casi todos los días; Desde hace un par de meses, había cogido la rutina de salir a correr por las mañanas. ¿Por qué? Por que las hormonas del embarazo de África la tenían desquiciada perdida y si yo no me relajaba de alguna forma, eso sería como una bomba nuclear, todo saltaría por los aires.

Al subir las escaleras, me encontré con mi preciosa mujer frotando sus ojitos.

-Buenos días, mi preciosa dormilona.- Dije con ternura mientras la miraba.

-Buenos días amor, ¿Vienes de correr o te vas?.- Preguntó aún tumbada.

-Me voy.- Dije y sonreí.

-Bien, tienes que hacer dos cosas por mí.- Dijo haciendo un puchero.

-Dime preciosa.- Dije acercándome.

-¿Me das un beso y me ayudas a levantarme?.- Dijo con un puchero.

-Claro que sí.- Dije tirando de sus brazos para levantarla.

-Joder, cada día me cuesta más levantarme.- Dijo con pesar.

-Bueno, ya queda menos. Estas de cinco meses, solo quedan cuatro.- Dije con ternura.

-Cuatro meses en los que me pondré más gorda. Hay que preguntarle al ginecólogo si es normal que este engordando tanto, quiero decir, se que engordo porque como bastante y no me privo de nada, pero ¿Me estaré pasando?.- Dijo mientras tocaba su abultada tripita.

-Bueno, luego se lo preguntamos.- Dije abrazándola y la besé.

-¿Sigues convencido de que no sepamos que es hasta el final, verdad?.- Dijo preocupada.

-Preciosa, me muero por saberlo, pero también me gusta tu idea, de no saber nada y que nos sorprendamos.- Dije acariciando su mejilla.

-Bien, la cita es a las doce.- Dijo sonriente.

-Son las nueve y media, en tres cuartos de hora estoy aquí. Desayuna y viste a los peques. Ya han desayunado, están en el jardín.

Luchar para estar juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora