Luchar para estar juntos

Capítulo 57: Hotel Four Seasons

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Hola a todo el mundo!! Muchos estaréis de vacaciones (Que suerte....!! ) A mí, ya se me acaban :( y como apenas tengo tiempo cuando trabajo... no me queda otra que utilizar mis preciadas y merecidas vacaciones, para hacer todo aquello que no puedo hacer normalmente.

Bueno, que decir de capitulo... ¡¡Pues nada, por que os lo contaría y no tendría gracia leerlo después!! Simplemente es muy tierno ;) por todas aquellas personas que deseamos esto, perdernos por ahí, en el puñetero paraiso con nuestra pareja ( a poder ser, tan perfecta como la de estos dos...) 

Espero que os guste... --> Subo también en Dame Tiempo <--

¡¡Gracias por vuestra paciencia!! Disfrutar de las vacaciones, los que podáis...

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P.O.V África

Nerviosa era poco, para como me sentía en realidad; Tenía una mezcla de felicidad, nerviosismo, excitación. Me había dejado un dineral en pasar con mi marido 15 días, a solas, en el paraíso.

Sí, amigos, llevo a mi marido al puto paraíso; Situado en la polinesia Francesa. Increíble, aún recuerdo cuando pase por aquella tienda, donde anunciaban una oferta especial (nada barata...) que me transportó a un estado de ensoñación, de que solo desperté cuando salí de allí con un contrato de las mejores vacaciones.

-Dios… mira que vistas.- Dijo mi marido. Suspiro nerviosa.- Nena, mira esas casitas en el mar, dios…- Dice mi marido de nuevo, completamente enamorado con las vistas.

Cuando aterrizamos, le sonrío, si mi amor, esta es la sorpresa que te tenía preparada. Va totalmente callado, nos trasportan hasta el Hotel Four Seasons de Bora Bora. Con un inglés medio me defiendo y nos registramos, oficialmente, empiezan nuestros 15 días de vacaciones.

El guía nos explica que hay viajes en helicóptero para ver las vistas,  podemos bucear por el arrecife de coral, podemos ir en moto acuática, viajar en una lancha con cristal de vidrio y admirar el fondo.

Cuando nos dejan nuestro bungaló, mi marido suela su equipaje y se adentra en la habitación; Es sencillamente exquisita, en medio del mar, a la que solo puedes acceder a través de una pasarela.

Una habitación, un baño… una terraza, un jacuzzi, una terracita más pequeña, con acceso directo al mar, sencillamente increíble.

-Joder…- Murmura Raúl y sonrío.

-¿Te gusta?.- Pregunto nerviosa y bajito.

-¿Qué si me gusta?.- Dice sorprendido.- Me encanta, esto es… sencillamente perfecto, Preciosa. Esto es… el puto paraíso.- Dice sonriendo.- Y lo es aún más, porque estás tú en él.

-Dios, menos mal.- Suspiro notando como mi nerviosismo se evapora.

-Dime, como se te ocurrió esto…- Dice haciendo un gesto con su mano, indicando todo lo que nos rodea.

-No lo sé.- Digo feliz.- Pase por una agencia de viajes, lo vi en el cristal y me enamoré.- Suspiro.- Necesitábamos esto amor, alejarnos de todo lo que nos rodea, de todo lo que hacemos.

-Eres maravillosa.- Dice acercándose a mí.- Me encanta…- Susurra a escasos milímetros de mis labios.

-Podemos hacer un montón de excursiones, de cosas, tenemos quince días por delante para… recuperarnos el uno al otro.- Digo mirándole.- Recuperarnos de verdad…

-Recuperarnos de verdad…- Repite sorprendido.- Sí, definitivamente necesito esto y por lo que veo tú también. Te habrá costado un ojo de la cara..- Sonríe.