Capitulo 40: Solamente mío

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Hola hola! Ya estoy aquí y por fin puedo cumplir con los plazo de entrega que digo. Mil perdones, como ya explique enla otra historia, mi movil a vuelto a morir y el pc me ha estado dando guerra.

Ahora he vuelto y cada vez que tengo un ratito en mis horas libres, cuando termino de trabajar, me pongo a escribir.

Entender, que no puedo subir como antes, ya que a veces necesito tiempo para mí, para pasar el resto del día tumbada en el sofá si puedo, descansando y evadiendome del mundo.

Espero que el capitulo de hoy os guste.

Nos vemos pronto; =)

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P.O.V África

Después de nuestra noche de haloween, la vida vuelve a la normalidad; Vamos a trabajar, volvemos a casa, cuidamos de nuestros hijos y soy feliz.

Los días en el gimnasio son entretenido, siempre hay algo que hacer. Si no es atender a los clientes, es recoger cosas que han dejado tiradas de por medio; Se creen que somos sus criados.

Si por mí fuera, echaría a unas cuantas mujeres que hay por aquí cerca, bueno, unas cuantas no… casi todas. Y estoy segura de que Alba, estará totalmente de acuerdo conmigo. Hay una, especialmente, a la que dejaría calva sin el mínimo remordimiento.

La odio, la odio con todas mis fuerzas y estoy esperando a que cometa el mínimo error, para echarla a la puta calle.

¿Debería provocarla para que hiciera alguna tontería que justifique que la eche a la calle?. Me quedo pensativa mientras me cambio en los vestidores privados. La eterna guerra de mallas y tops ajustados que ya es como una tradición. Se han empeñado en pasearse por el gimnasio sin camiseta con sus increíbles músculos a la vista de todos y de TODAS.

Pero yo, voy a dar un paso más para quitarles la tontería; Aquí estoy, mirándome al espejo con unos pantalones cortos, ajustadísimos, que se ajustan a mi cuerpo como una segunda piel. Me realzan el culo y me hacen estar increíblemente sexy aunque esté mal que yo lo diga. Como parte superior de mi venganza, llevo un top ajustadísimo y pequeño, que realza mis pechos y da una visión muy bonita de mi escote.

Es increíble la ropa que hacen para el deporte….

Sonrió con maldad al espejo y abro la puerta; Los pocos clientes que hay en la recepción se giran y me miran con detenimiento. No me siento cómoda con sus miradas, pero por más.

-Cuando te vea Raúl va arder Troya.- Me dice Alba con una sonrisa maliciosa.

-Así sentirá lo que duele que tu pareja ande exhibiendo su cuerpo…- Digo algo triste.

Sigo trabajando mientras miro cada dos por tres el reloj; A penas faltan unos minutos para que Raúl termine su entrenamiento de defensa. Cuando las puertas empiezan a abrirse yo bajo la mirada y sigo trabajando. Hasta que noto que alguien me mira, que alguien me taladra con la mirada. Es él.

Levanto la cabeza y le veo andar hacía mí; Tiene la mandíbula tensa, los puños apretados y cara de pocos amigos. Suspiro para enfrentarme a él y en menos de dos segundos, ya está rodeando mi cuerpo, cubriéndolo con el suyo, intentando que nadie me vea.

-¿Qué haces así vestida?.- Pregunta molesto.

-Es mi nuevo uniforme. ¿No te gusta?.- Digo haciendo un puchero.

-África…- Dice entre dientes.

-¿Qué?.- Pregunto.

-Cámbiate… ya.- Dice furioso.

Luchar para estar juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora