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Hola hola! Ya estoy aquí con una entrega más! ¡Espero que os guste!
En el día de hoy hay un poco de todo ;) y dejo entrever que pasara pronto en esta bella historia!
Os veo el miercoles con Dame tiempo! Estoy dándole los ultimos retoques, si puedo subiré antes.
¡¡VOTAR!! ¡¡COMENTAR!! Siempre leeo vuestros comentarios! Mil besotes!!
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P.O.V Raúl
Me duele la cabeza hasta el punto que creo que me va a explotar; Además, tengo un cabreo de mil demonios. Esto ya lo he vivido yo, cuando apenas tenía 7 años; Mis hermanas enfadadas porque no les dejaban ir a una fiesta, mis padres peleados por que opinaban distinto y yo en el medio siendo testigo de todo.
Ahora mismo no estoy escuchando nada de lo que me dicen; Siento que voy a explotar y cuando lo hago suelo ser dañino con mis palabras. Estoy intentando calmarme cuando escucho:
-Venga hija, te dejo ir. Ya me encargo yo de tu padre.- Dice mi mujer mirando a mi hija.
La fulmino con la mirada provocando que haga una mueca de dolor y su mirada se apague un poco. ¿Me está desautorizando frente a mi hija?.
-Asique ahora eres tú la única que puede dar permiso y educar a nuestros hijos…- Digo con voz fría.
-Amor yo no…- Dice mi mujer intentando acercarse.
-Pues lo has hecho.- Digo acercándome a mi hija.- Pues nada princesita, ya me contarás como te va, cuando aguantes a borrachos que se intenten propasar contigo, cuando veas a tus amigos cascando más de la cuenta, contando tus secretos porque van de alcohol hasta las cejas. Pero lo mejor será cuando vuelvas a casa y te esté esperando, pobre de ti como vuelvas borracha o intuya que has bebido.- Le digo a mi hija.
Me voy del salón subiendo a mi habitación para vestirme; No aguanto hoy metido en casa, siento que voy a explotar. ¡Mi mujer se ha pasado por el forro mí no rotundo a esa fiesta!.
-Raúl, has sido cruel.- Dice enfadada.
-¿Tú crees?.- Pregunto sin mirarla.- A ver si solo hay que contarla las cosas buenas de las fiestas, también hay que prepararla para lo que la espera.- Digo poniéndome la sudadera.
-No, pero de ahí a lo que has dicho.- Dice molesta.
-Claro….- Digo riéndome enfadado.- Lo normal es decirla a tu hija que haga lo que le dé la gana cuando ya habíamos quedado en que no iba a ir a esa fiesta.- Digo furioso.
-Pero es que mírala, realmente quiere ir a esa fiesta.- Dice mi mujer de forma lastimosa.
-Claro, yo también quiero ser rico y no atraco bancos para conseguirlo.- Digo rodando los ojos.- Me has desautorizado delante de mi hija.- Digo mirándola.
-Es que no cedes…- Dice tirando del borde de su camiseta.
-Claro, porque las 12 fiestas a las que ha ido en este mes, no es ceder.- La digo alzando las cejas.- Por que pasar por alto que de las doce fiestas a las que fue, en cuatro ocasiones llego tarde, tampoco es ceder. Y para una puta vez, que me niego a que vaya a una fiesta, donde habrá mayores de edad, resulta que soy un mal padre y resulta que nunca cedo.- Digo entre dientes.
-Cuando sale a la calle y va al parque, también hay mayores de edad bebiendo a su alrededor. ¿Por qué es distinto?.- Dice molesta.
-Porque yo he vivido esto; Cuando tenía siete años mis hermanas fueron a una fiesta y en esa fiesta, casi violan a mi hermana.- Digo apretando los puños mientras hablo furioso.- Porque tuvo que ir mi padre a partirle la cara al desgraciado que la estaba tocando, porque mi hermana.
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Luchar para estar juntos
RomansaÁfrica y Raúl, están casado y tienen ya una preciosa parejita de gemelos, chico y chica. Raúl, orgulloso de su mujer, dedica sus días, a trabajar, recoger a los niños, recoger a su mujer de la universidad y pasar las tardes con su familia.África, de...