Luchar para estar juntos

Capitulo 21 : Algo inesperado.

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Holaaaaaaaaaa! Dios, presiento que este capitulo os va a encantar. He podido subirlo finalmente hoy.

He tenido un ataque de inspiración y he rescatado una situación y un personaje del pasado. ¿Porque? Por que desde que empecé con sentmientos encontrados, me habeís dado la oportunidad de seguir escribiendo y que mejor manera de homenajear a mi primera historia que con el capitulo de hoy.

Creo que ya tengo la decisión tomada de cuantos bebes habrá. No os diré si será uno, o dos, o tres. Me lo guardo, por si acaso cambio de opinión, pero no tardareís en saberlo.

Espero que os guste, quien me siga desde sentimientos encontrados y no se haya saltado esa primera parte, reconocerá quien es el personaje nuevo que sale aquí, pero que es un viejo conocido de esta saga.

Sobre todo de Raúl y Lara.

Nos os cuento nada más, que si no antes de leer el capitulo me vaís a descubrir. Perodname que no suba Dame tiempo, pero aún no he empezado y debo hacerlo ya pero me temo que hasta mañana no podré subir..

¡¡CAPITULO LARGO!! Por vuestra larga espera de estas ultimas semanas. Os agradezco que seaís tan pacientes.

¡¡VOTAR!! ¡¡ Y POR DIOS COMENTAR ESTE CAPITULO!!! ¡¡LO NECESITO!!

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P.O.V África

Todo parecía haber vuelto a la normalidad; Los peques habían vuelto a su cole, pues ya estábamos en septiembre. A diferencia del año pasado, esté, acompañaba a Raúl a dejar a mis pequeños en el cole. No pude evitar sentirme feliz en septiembre, cuando empezaron un nuevo curso escolar y yo estaba allí para verlo.

Después, diariamente, me montaba en el coche con Raúl y íbamos a trabajar. No faltaban los mimos durante la jornada laboral, ni faltaban las peleas que de vez en cuando teníamos. Eso es algo normal.

Mientras volvíamos a casa vimos un gran camión de la mudanza que impedía nuestra entrada a nuestro garaje. Con paciencia baje a los pequeñines mientras Raúl esperaba a que aquella gente terminara, aunque iban para largo.

Mientras bajaba a mis pequeñines, Lara apareció pocos minutos después de que yo bajará a mis pequeñines del coche, provocando que estos corrieran a su encuentro. Sonreí con ternura mientras mis pequeñines, ataviados  con sus mochilitas se abrazaban a mi suegra con auténtica devoción.

Y es que aunque mis padres no se quedaban atrás, los abuelos, Lara y Raúl, eran unos auténticos abuelos. Ellos, eran los primeros que se tiraban al suelo para retozar jugando con mis pequeñines, los primeros que se quedaban con ellos cuando algo iba mal, o simplemente, para darnos algo de intimidad.

-Hola, cuánto tiempo sin verte.- Me dijo Lara divertida.

-Sí, y eso que parece que hace solo cuatro horas que no nos vemos.- Dije igual de divertida.

-¿Mudanza?.- Pregunto Lara observando.

-Sí, eso parece.- Dije.- Espero que no me den tanta guerra como te la dio a ti la vecina de toda la vida de Raúl.- Dije con algo de miedo.