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SUBO EL CAPITULO COMO EXCEPCIÓN DE QUE ULTIMAMENTE NO HE SUBIDO DEMASIADO. Me gustó mucho más Fuera de juego ;) Ni que decir que fue la primera que leí y la que más me gusto.
¡¡ Para gustos los colores !! ¡¡Leánla!!
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P.O.V África
-Joderrrr..-Gruñí entre dientes al sentir una nueva contracción.-Quiero la jodida epidural.
-Preciosa, respira, todavía tienes que dilatar.- Me dice Raúl pálido.
-No me digas que respire.- Le gruño.- Esto duele y quiero la jodida epidural.
-Llamare al doctora...-Susurra.
Le veo salir y suspiro. Estoy siendo muy mala con él en estos momentos. Me duele tanto que he pagado mi frustración y sufrimiento con él..
Le veo volver y entra también la doctora.
-Te faltan dos centímetro para que pueda ponértela.- Me explica.
-Duele mucho.- Me quejo.
-Lo sé cielo.- Dice mientras mira todas las maquinas.
Me fijo en Raúl; Las manos le temblaban, estaba pálido como la nieve y miraba al suelo.
-Vuelvo en media hora, estas dilatando rápido aguanta un poco.- Me dice.
-Amor...- Susurro.
-Que...- Dice con un hilo de voz.
-Perdona amor, estoy insoportable.- Le digo.
-No importa..-Me contesta.- Respira...- Dice con dulzura y sonrió.
-Se que en estos momentos soy inaguantable, perdóname.- Le digo triste.
-No importa, de verdad. Sé que lo estás pasando mal.- Me dice acariciando mi mejilla.
Hago las respiraciones junto a él, con algún que otro beso. La media hora pasa y la doctora entra.
-Perfecto, ya puedes ponerle la epidural.- Le dice a la enfermera.- Prepárate para empujar preciosa, tus bebes vendrán en poco tiempo.
-¿Empujar? Teníamos programada la cesárea.- Dice Raúl.
-Sí pero los bebes se han Adelantado, el anestesista no está aquí, su ginecólogo esta de viaje y no podemos perder tiempo.- Contesta la doctora.
Raúl se queda inmóvil, quieto. Parece que no respira.
-¿Señor está bien?.- Dice la enfermera.
-Yo...- Susurra.
-Amor, ven.- Dijo fuerte y viene.- Todo está bien, ¿de acuerdo?.
-No..- Susurra.
-Amor, estoy bien, la epidural está haciendo efecto, todo está bien. No es como la otra vez.- Intento convencerle aunque me muero de miedo.
-¿Seguro?.- Dice cogiendo mis mejillas.
-Seguro. Pero necesito apretarte la mano para empujar.- Le pido.
-Apriétame todo lo que quieras y no dejes de hacerlo.- Me dice muy serio.
El parto llega y me tenso, se que con la epidural no dolerá y la doctora me pide que haga todo lo que me dice, pues al tener la epidural puesta, no siento las contracciones.
Empujo, empujo y empujo, mi pequeñín sale llorando, dejándonos claro a todos que tiene buenos pulmones. Vuelvo a empujar mientras a mi pequeñín lo atienden las enfermeras. Otro pequeñín sale y siento que mis fuerzas se agotan.
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Luchar para estar juntos
RomansaÁfrica y Raúl, están casado y tienen ya una preciosa parejita de gemelos, chico y chica. Raúl, orgulloso de su mujer, dedica sus días, a trabajar, recoger a los niños, recoger a su mujer de la universidad y pasar las tardes con su familia.África, de...