23. Inicio

229 21 6
                                    

La siguiente semana fue horrible. Zoe no podía asimilar lo que Astor le había dicho. ¿De verdad no existía el Clan del Fuego? ¿De verdad sus problemas no tenían nada que ver con ella?
¿De verdad no la quería?
Zoe no sabía que pensar.
¿Le quería ella a él?
¡Pamm!
Un ruidito seco la sacó de su ensoñación. Abajo, en la calle, Jayden tiraba piedrecitas a su ventana, indicándole que bajara. Parecía algo angustiado.
La chica bajó, rezando porque sus padres volvieran a la hora que le habían dicho y no antes, y se reunió con él.
-¿Qué pasa?
-Nada. Sólo quería verte.
Zoe no pudo evitar sonrojarse. Por un momento, olvidó a Astor.
-Estaba estudiando.
-Estabas pensando en tus cosas con el libro abierto en la mesa.
-Vale, me has pillado.
Jayden se rió brevemente.
-¿Te apetece ir a nuestro lago?
-Tengo cosas que hacer...
-Vamos, Zoe, que hasta la semana que viene no podremos vernos otra vez... Solo un ratito...
Terminó por aceptar, pero había algo en Jayden que de alguna manera la inquietaba. Se estaba comportando... Muy raro. Él era mucho más premeditado...
Se internaron en el bosque, donde Zoe se resbaló un poco. Enseguida, él corrió hacia ella y le dio la mano.
Cuando llegaron a su rincón especial, Zoe notó a Jayden aún mas raro... Estaba impaciente. Una mezcla entre emocionado y desesperado.
-Bien, supongo que ya habrás advertido que normalmente, esto no suele ser así. De normal, te mando un avión de papel y me respondes, entonces quedamos. Esta vez no, y es por una razón tan tonta como que no me podía esperar. Me he dado cuenta últimamente y... -el corazón de a chica se disparó- No sé como decírtelo, pero lo que siento ahora comparado con lo que sentía cuando empezó todo esto... Quiero decir que realmente te quiero y te necesito. Sólo que hasta ahora no he tenido el valor de decírtelo. Pero quiero que te quede bien claro: estoy enamorado de ti y lucharé con quien sea para tenerte a mi lado.
-Jayden... Yo...
Zoe no sabía que hacer. Había algo que no sabía explicar, en su tono de voz, en sus gestos, en sus ojos... Algo no iba bien. Su cabeza estaba hecha un lío. Y cuando hizo un ademán de seguir hablando, Jayden se adelantó.
Le puso un dedo sobre los labios y sin que ella diera su consentimiento o se acercara a él, la besó.

Aviones de PapelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora