Zoe se vistió (con unas cuantas capas) y salió por la mañana a buscar algo para desayunar en el supermercado. Apenas tenía que caminar una calle, y en cuanto entró al establecimiento, la calefacción la inundó, haciéndola sentir destemplada.
Avanzó directa a la zona de cereales, y se detuvo para hacer su elección.
Al segundo, apareció en el pasillo un chico más alto que Astor, de pelo rubio platino y ojos afilados y grises. A priori, le pareció ver a Jayden, y eso la puso en alerta.
«Te lo estás imaginando»
Pero el chico -que desde luego no era Jayden- también parecía atónito con el encontronazo.
Se quedó rígido e inmóvil, observándola. Pero lo más extraño es que a Zoe no le dio mala espina, sino que su presencia le resultaba agradable.
Un frío familiar inundó el pasillo.
-¿Zo-Zoe Wellington?
El corazón de la chica se disparó. ¿La habían encontrado? Empezó a retroceder. El chico se dio cuenta y, con una celeridad extraordinaria, agarró su mano, reteniéndola.
-No quiero hacerte daño. Me llamo Jake Gray. Tenemos muchas cosas que hablar.
Otra persona habría salido corriendo, pero Zoe advirtió algo que la empujó a quedarse.
Ambas manos, la de él y la de ella, se habían cubierto de una ligera escarcha que ahora trepaba tímidamente por los finos dedos de Zoe.
-Tu instinto no miente, Zoe. -la miró con sus ojos plomizos-Soy como tú.
Zoe no podía dejar de mirar la mano semihelada. No entendía nada. ¿No era ella la única?
-Si eso es verdad,
tienes muchas cosas que contarme.
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Aviones de Papel
FantasyUn día Zoe empieza a recibir avioncitos de papel en el buzón de su casa. Al principio cree que se trata de una broma, pero conforme van llegando más y más, se da cuenta de que va en serio; hay dos chicos que compiten por ella en el deporte menos com...