51. Tregua

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Caminaron y buscaron un par de minutos más, pero no había duda de que Debria había escapado.
En cuanto lo asumió, Zoe se dio cuenta de lo que eso conllevaba.
Quería decir que Debria revelaría sin lugar a dudas su paradero y el de Astor.
Y, por lo tanto, ambos tendrían que huir de allí.
Zoe no sabía si iba a ser capaz.

Habían ido a su casa. Los padres de Zoe estaban fuera, en una cena, por lo que tenían vía libre. Una vez ahí, tras media hora insistiendo, había convencido a Astor para que se dejara curar.     

La verdad es que era bastante mejor de lo que esperaba. El cuerpo del chico era realmente resistente, por que lo que a un hombre normal le habría roto las costillas, a Astor sólo le había causado magulladuras. No obstante, tenía heridas por todas partes y al principio se asustó al ver la sangre, pero él permaneció indiferente.

-Has sido muy valiente. -le dijo mientras ella posaba el algodón sobre la herida que tenía en la rodilla.

-Un subidón de adrenalina.

Astor rió en voz baja. Oír su risa de nuevo reconfortó a la chica de manera inimaginable. Sin embargo, duró poco.

-Zoe... tenemos que marcharnos de aquí. Si no quieres estar conmigo, iré por otro lado, pero tienes que irte lejos de este pueblo. No tardarán en llegar y se te buscará por todas partes.

-Lo sé. Hace tiempo... lo estuve pensando, porque...bueno las cartas que me enviaba Debria y tal... -tomó aire- Mis abuelos viven más al norte aún, a unas cinco o seis horas en coche. También es un pueblo como este, muy pequeño y que muy poca gente conoce. 

-No sé si es el mejor sitio, pero para empezar está bien. -dijo él-  Podríamos estar ahí durante la navidad, y luego nos marcharíamos otra vez.

Zoe asintió, pero no pudo evitar que se le llenaran los ojos de lágimas.

-Será así el resto de mi vida, ¿verdad? -sollozó - Huir, huir y huir...

-Lo siento, Zoe. Pero si nos quedamos quietos nos atraparán. -Astor también parecía a punto de llorar- Sólo busco lo mejor para ti.

-Lo sé, lo sé.

Astor se incorporó pesadamente y haciendo una mueca de dolor, pero enseguida lo disimuló. Intentó sonreír y pasó las manos suavemente por el rostro de ella para quitarle las lágrimas.

-¿A qué hora vienen tus padres? -susurró.

-Llegarán sobre la una. En cinco minutos serán las doce, así que aún tenemos tiempo.

''En cinco minutos habrás roto tu promesa.'' pensó para sí misma. Pero Astor se dio cuenta.

-¿Qué pasa?

-Hoy iba a ser un día especial. -murmuró ella- ¿Te acuerdas?

-Me acuerdo. 

-Aunque supongo que ya se ha ido todo al traste. -dijo ella, resignada.

-No todo. Porque -respiró hondo- a no ser que te opongas; sigo siendo un Zach-Ry  y sigo queriéndote. Y un Zach-Ry nunca incumple una promesa, y menos si es de amor.



Madre de dios, al cabo de cincuenta capítulos... bueno quién sabe, igual ahora alguien le vuelve a dar con una piedra a Astor y todo se va al garete de nuevo... Gracias por leerme<3

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