Aviones de Papel

27

-Vete, Zoe, corre lo más lejos que puedas. -fue lo primero que dijo Astor, pero Zoe seguía casi sin poder moverse.- ¡Rápido!

La chica se intentó incorporar,  pero tuvo que conformarse con avanzar a gatas. Intentaba no demostrarlo, pero por dentro estaba gritando de dolor.

-No sirve de nada, Astor. Los demás te estarán buscando. Aunque escapara de mí, la encontrarían otros.

-Te juro que te...

-No jures nada -le espetó Jayden- en el fondo sabes que lo mejor es matarla. Sino, tendrá que estar ocultándose el resto de su vida. No tenía elección de ninguna manera.

-Te equivocas, Jayden. Nadie la hubiera encontrado aquí si nosotros la protegíamos. ¡Nadie! ¡Tu avaricia ha podido contigo, siempre lo ha hecho!

-Estoy harto de ti, mocoso.

Jayden no dio tiempo ni para que Zoe se girara, a unos metros de distancia.  Lanzó una llamarada de color azul contra Astor, que se tiró al suelo rápidamente, evitándola. A continuación, murmuró unas palabras y de él también nació una llamarada roja, que impactó en su rival de lleno.

Zoe se dió cuenta de que Jayden tenía muy malos reflejos, en cambio Astor era mucho más ágil. Pero también advirtió que el fuego de Astor no le había hecho ningún daño. No pasaron ni un par de segundos que los dos estaban enzarzados en una pelea cuerpo a cuerpo. De nuevo, Astor ganaba físicamente, pero Jayden resistía sin inmutarse. 

Entonces, el rubio se detuvo un momento y palpó la nieve. Sin que Astor lo viera venir, saco un grueso palo que estaba enterrado en el suelo y golpeo al muchacho de lleno, sin piedad. 

-¡ASTOR!

Un subidón de adrenalina inundó el cuerpo de Zoe, y sin entender demasiado cómo y por qué, se levantó de un salto. Hizo caso omiso al dolor y se lanzó contra Jayden, que estaba arrodillado en la nieve, ante el cuerpo inconsciente de Astor.

La chica descargó un puñetazo en el rostro del chico, y este no lo vio venir. Haciendo un esfuerzo inimaginable, le dio varias patadas hasta que él consiguió ponerse en pie.

-Esto se acaba aquí.