Zoe no supo como reaccionar. Intentó echarse atrás pero fue demasiado tarde. Y cuando sus labios se juntaron, todo a su alrededor perdió coherencia. Quería apartarse de él, pero le era imposible. Además de que por una parte, ella quería ese beso.
Pero estaba siendo muy raro. En vez de sentir mariposas, sentía un mareo repentino, y frío, muchísimo frío. Tanto que le dolía el cuerpo. Quería gritar para liberarse del beso, pero era incapaz de moverse. 'Está volviendo a suceder,' pensó Zoe, 'sólo que esta vez durante un beso.'
La sensación de frío y dolor aumentó, sin dar tregua. Se extendió en ella hasta tal punto que no pudo moverse. ¿No notaba Jayden que le estaba pasando algo?
Cuando el dolor se estaba haciendo tan intenso que quemaba, notó unas manos ardientes en sus hombros. Alzó la vista a duras penas, y vio como Jayden se separaba de ella con brusquedad. Una ligera ola de calor la inundó sin explicación. Zoe lo aprovechó, y tiritando como nunca consiguió susurrar:
-Jayden, ayu-yuda-dame-me -dolía tanto que los ojos se le llenaron de lágrimas- frrrío, me-me due-duele...
Pero el chico no la estaba escuchando. Sin entender qué diablos estaba ocurriendo, Zoe vio como Jayden saltaba de alegría y profería gritos de victoria, corriendo por la nieve. La chica no comprendía qué estaba sucediendo. El frío era indescriptible. Le hacía tanto daño que sus piernas se doblaron y cayó a la nieve en un golpe seco. Hizo acopio de fuerzas y gritó:
-¡Jayden-den! ¿Qué-qué está-tá pa-pasando? ¡A-ayúda-dame-me!
Fue entonces cuando él dio muestras de haberla oído. Se giró hacia Zoe, que yacía medio sepultada en la nieve helado. Se quedó inmóvil unos instantes y después empezó a avanzar lentamente hacia ella.
¿Por qué no se daba prisa? ¿No veía que se estaba muriendo?
Cuando llegó a su altura, el miedo inundó a la chica. Esa no era la expresión cariñosa del Jayden que ella conocía. Su rostro mostraba crueldad y diversión.
-¡JAYDEN! -chilló de golpe ella, haciendo un último esfuerzo.
Él se limitó a mirarla, sin hacer nada. Sus ojos revelaban que sus pensamientos iban mucho más allá del cuerpo de Zoe amoratado del frío.
-Jayden-den... por-por favor-vor...
El chico puso sus ojos sobre los de ella. Respiró hondo y enseño una bonita sonrisa triunfante.
-Ahora que lo he logrado, me voy a encargar de que nunca nadie pueda hacerlo. Nunca nadie sabrá quién eras, o si existías, Zoe. El resto seguirán buscándote, como han hecho durante eones. Sólo quedará en la memoria que yo te encontré una vez, y que nunca más se supo de ti y tu magia.
Zoe empezó a llorar desconsoladamente. No paraba de murmurar 'Astor, Astor...' , pero Jayden le puso una mano sobre la boca y dijo:
-Está igual de muerto que tú.
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Aviones de Papel
FantasyUn día Zoe empieza a recibir avioncitos de papel en el buzón de su casa. Al principio cree que se trata de una broma, pero conforme van llegando más y más, se da cuenta de que va en serio; hay dos chicos que compiten por ella en el deporte menos com...