42. Sorpresa

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-¡Zoe! ¿Cómo? -Astor estaba atónito- ¡Tienes poderes!

-¡Te lo dije, te lo dije! -chilló ella, enfadada porque él nunca le hubiera hecho caso sobre ese tema -¿Cómo te crees sino que petrifiqué a Jayden?

-Mira, Zoe, lo siento, ¿vale? Estos días he estado...

-En otros asuntos, ¿no? -le cortó ella.

-No... bueno, sí. -en cuanto vio la cara de Zoe diciéndole 'Has pasado de mí', añadió- Tú también has estado a lo tuyo últimamente, así que no me mires así.

Ella suspiró. Astor tenía razón, pero si él supiera el por qué... El chico la miró con lástima, tomó aire y le dijo, casi susurrando, algo que llevaba preguntándose días:

-Zoe... quedan dos semanas para el fin del mes... ¿sigues queriendo arriesgarte? -el tono de voz de Astor dejo entrever que él no estaba a favor de hacerlo.

-Pues claro que sí.-respondió ella enseguida- pero tú no pareces estar muy contento.

-¡¿Cómo lo voy a estar si sé que igual mueres por mi culpa?!

-No es por eso, y lo sabes.

-Oye, Zoe, también te podrías dar cuenta tú y pensarlo un poco...

-No te sigo.

-Si tienes poderes, ya no eres tan débil. Ya no será tan fácil llegar hasta ti. Corres menos riesgo. Quizás podríamos vivir así. Sin cambiar nada.

-Soy yo la que ahora soy fuerte, ¿o eres tú el que no quiere dejar el poder atrás?

-¡Mierda, claro que no! ¡Pero entiéndeme! ¿Y si nos morimos los dos?

Zoe no pudo evitar sentir un arranque de rabia. ¡Se lo había prometido y ahora se estaba echando atrás!

-Bien, entonces dame la carta. -la voz de Zoe sonó segura y firme. Astor ya había olvidado que tenía el sobre congelado entre las manos.

-Debo leerla.- murmuró Astor.

-Yo también. - replicó ella.

-Son asuntos del Clan... supongo que será un pequeño informe sobre la situación actual, que será la misma que siempre... es decir, que todo el mundo sigue sus vidas y algunos te buscan...

-Entonces, ¿qué más te da que la lea?

-¡Me comprometí a vigilarte y velar por ti el resto de tu vida, Zoe! Tu decidiste que querías que mientras te vigilaba y mientras cuidaba de que nadie te encontrara, estuviera contigo, porque me querías. ¡Quiero tener algo que sea mío, no hace falta que lo compartamos todo!

-Me parece justo que no lo compartamos todo, pero soy la Helada, ¡el Clan del Fuego ME INCUMBRE  a mí también! Más que nada porque me están buscando, no por otra cosa. -le espetó con sarcasmo- Además, no te quejes porque hasta ahora nunca he entrado demasiado en  que me cuentes por qué demonios tú y Jayden estabais apartados y por qué parece que el resto del Clan te odia y por qué...

-¡Basta ya! ¡Estar conmigo tiene sus contras, te lo dije!

-¡No son contras, Astor! ¡Son cosas que no me quieres contar, porque no te quieres enfrentar a lo que pasó!

-¡No tienes ni idea, maldita sea!

-¡Claro que tengo idea! Ni quieres plantarles cara, ni confías en mí. Ni lo harás, ¿verdad?- Astor clavó sus ojos ambarinos en ella, y no hizo falta más para que Zoe entendiera la respuesta- ¡Pues entonces fuera de aquí! ¡Vete de este maldito pueblo, y déjame en paz! ¡No necesito protegerme de ellos, sino de ti! ¡Fuera, fuera, fuera, coge tu carta, y léela, que la disfrutes! ¡Vuelve con los tuyos, haz lo que te dé la santa gana, pero vete de aquí!

Cuando terminó, todo el hielo alrededor de los dos se había tornado diez veces más grande y había tomado la forma de peligrosas espinas. 

Astor, átonito, incrédulo, asustado, herido, decepcionado... pero era muy orgulloso, así que chasqueó los dedos y todo el hielo que le rodeaba a él se derritió al instante. Sin decir una palabra más, echó una última mirada a la chica, por si esta se arrepentía. Viendo que no iba a cambiar de idea, se dio la vuelta. Intentando mantener la compostura se alejó de allí, perdiéndose en la espesura nevada.

Tras muchos días sin actualizar, he hecho el capítulo más largo hasta la fecha en Aviones de Papel. Espero que lo hayási disfrutado, gracias por leer y por los 1,6K♥♥♥♥♥♥♥

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