Zoe se aguantó las ganas de llorar como nunca.
Astor y la chica seguían hablando pero las palabras sonaban huecas en sus oídos.
Hasta que escuchó algo que hizo despertar su mente.
-Tras la traición, desapareciste meses y meses y meses y ahora vuelves con todo como si nada hubiera pasado, pidiéndome que empecemos todo de nuevo... No puedo, Debria.
Debria.
D.
Una punzada de dolor atravesó su mente cuando ató cables.
Notó como la adrenalina y la rabia la inundaban, al mismo tiempo que la sangre se le congelaba.
-Vaya, parece que no estamos solos.Debria la había oído. O sentido.
Pero Zoe no le tenía miedo.
Se levantó sin miramientos, contemplando el rostro atónito y lleno de dolor de Astor, y la expresión furiosa y letal de Debria.
Ella era, sin duda, la chica más hermosa que Zoe había visto nunca. El pelo largo, cobrizo, le caía en una cascada de rizos perfectos y al mismo tiempo, naturales; sobre una piel morena y bronceada, lisa y suave. Tenía las facciones delicadas y los ojos grandes y verdes como dos esmeraldas. Zoe no podía dejar de mirarlos.
-Zoe.
Astor mencionó su nombre como una sentencia de muerte.
-Quiero saber que pasó.-dijo ella con voz pausada.
-Ya le has echado, niña -intervino Debria- ahora no vuelvas. No juegues con sus sentimientos.
-Yo... No lo eché...
-Creo que si que lo hiciste.
Astor clavó en ella sus ojos ambarinos tras decir aquello.
Era una mirada cargada de tristeza e ira, pero para Zoe supuso una descarga de energía y ganas por arreglar las cosas.
Tomó aire y miró al chico que le había prometido aquel beso:
-Lo hice, maldita sea, lo hice. Pero por eso estoy aquí. Para poner las cosas en su lugar correspondiente. Y el tuyo Astor, es a mi lado.
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Aviones de Papel
FantasyUn día Zoe empieza a recibir avioncitos de papel en el buzón de su casa. Al principio cree que se trata de una broma, pero conforme van llegando más y más, se da cuenta de que va en serio; hay dos chicos que compiten por ella en el deporte menos com...