46. La historia

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Woooow solo quedan 50 más para los 2K!!!! Gracias gracias graciasun episodio larguito para celebrarlo!
Zoe pudo ver el rostro demacrado y entristecido de Astor, mirándola y suplicándole que se callara, que no complicara más las cosas. Que lo dejara ir. Pero ella no iba a hacerlo.
-Tus palabras no importan ahora, niña, vete a tu casa de humanos y no vuelvas.- le escupió Debria.
-Tú... Maldita... ¡Me escribía aviones de papel! - chilló Zoe, mirando a Astor- ¡Me pidió que te metiera esa foto en el abrigo, que te preguntara, que te diera la carta... fue todo culpa suya!
Astor estaba atónito.
-Fue para volver a conseguirte, Astor. Te necesitamos. Te necesito.
-¡Me chantajeabas- siguió bramando Zoe- me decías que si le contaba la verdad, avisarías al resto del Clan! Así que ahora no me llames humana, porque sabes que no lo soy perfectamente.
-¿Es eso cierto, Debria? -farfulló Astor.
-Lo es, y lo siento mi amo...
-¡No lo llames así sucia embustera! - Zoe estaba fuera de sí completamente.
-¡Lo llamaré como me dé la gana, humana!
-¡Callate asquerosa...!
-¡BASTA YA!
El grito agónico de Astor las detuvo por un instante. Su rostro ya no reflejaba el dolor y la sorpresa, sino la ira que sentía en esos mismos instantes.

-Está bien, Zoe. Te voy a contar por qué me busca el Clan del Fuego. Es una historia larga, así que no me interrumpas. Y cuando termine, te irás como me fui yo en su momento.

Zoe intentó calmarse y mantener la compostura. Debria estaba contendiendose también. Quizás después de la historia cambiaba de idea sobre los dos. O eso esperaba ella. No quería perderle de nuevo.

-Todo empezó con una guerra. Como sabes, el Clan del Fuego está divido entre los Sash Ly, que tienen fuego Azul, venenoso y...
-Jayden.-murmuró ella.
-Exacto. Y luego están los del fuego Rojo, ardiente, los Zach Ry. Yo, y Debria también. Hace siglos que ambos fuegos no se llevan bien del todo y hace un año y medio, estalló la guerra.
-¿Por qué no se llevaban bien? Tú y Jayden lo hacíais.
-Discutían por la jerarquía del Clan, que siempre había estado en manos de los fuegos Rojos. La cosa es que la guerra tuvo lugar y yo decidí mantenerme al margen, como otros fuegos Rojos y también, Azules.
« Para entonces, yo... Yo salía con Debria. -Zoe trató de mantenerse firme- Yo era más o menos conocido. Tenía mucho poder.»
-No seas modesto, Astor. Superas con creces a la mayoría.-interrumpió Debria.
-Los Rojos me querían en su bando, y al final Debria me convenció para que no me mantuviese imparcial y ayudara a los míos a conseguir la victoria.
Según avanzaba la historia, Zoe odiaba más a Debria.
-Los Azules nos ganaron, Zoe. -no evitó sonar rencoroso- Eran muchos más. A todos los Rojos que sobrevivieron y que no se habían mantenido al margen, sino que habían participado, los persiguieron. Debria y yo no huimos a tiempo y la guardia Azul nos alcanzó.
Zoe notó como la voz se Astor se agravaba en esa parte.
-¡Te he dicho mil veces que lo siento, Astor, fui una estúpida! -Debria parecía al borde de las lágrimas.
-Debria mintió y dijo que ella había participado bajo mis amenazas, así que a mi me apresaron y ella escapó.
-¿¡Como pudiste hacer eso!? -dijo Zoe, atónita.
-¡Tu callate! ¡Estaba asustada!
-Una vez encerrado me dieron la paliza de mi vida. Y yo me dejé. No podía reaccionar, me sentía traicionado. Al día siguiente, con la ayuda de un Azul que sabía mi historia, y la magia que no había utilizado el día anterior para defenderme, escapamos.
-Era Jayden, ¿no?
-¡Te fui a buscar! ¡Te lo puedo jurar! - gritó Debria- ¡Fui a la prisión donde te tenían y no estabas! Entonces yo, como sabía que lo que harías sería irte en busca de la Helada, para librarte del fuego y no tener nada más que ver con el Clan, la busqué yo también. Tardé un mísero mes en encontrarla, Astor. Por casualidad o no, terminé en este pueblo helado. Traté de hacer que la Helada hiciera algo con su magia para que tu la detectaras y poder reunirnos. Pero esperé aquí otro mes y no viniste.

Zoe pudo identificar el sentimiento dolido y el del amor en los ojos de Astor. Y lo peor es que era cierto. Por eso sucedió el "accidente", fue Debria que intentó acercarse a ella con magia. Sin embargo, había algo que no cuadraba...
-No venías, así que me fui de aquí a buscarte a cualquier otra parte. -dijo Debria, casi llorando.
-¿Como-cómo lo iba a saber yo? La huida y la paliza me dejaron medio muerto porque di el máximo para salir de allí. Jayden me cuidó durante meses, hasta que volví a ser el mismo. Nos pusimos a buscar a la Helada y al cabo de otros cuantos meses, un año justo desde la guerra, la encontramos. Te encontramos, Zoe.
-Entonces, el Clan te busca por ser un Rojo de los que se rebelaron contra los Azules. Por haber luchado contra ellos, ¿no? Bueno realmente, sólo te buscan los Azules...-resumió Zoe, segura de haberlo entendido todo.
-Y los Rojos también.-murmuró él.- Se avecina otra guerra, Zoe, y vuelven a querer mi poder con ellos.

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