Prologó

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En un reino ubicado al oeste del continente una boda se celebraba. Pues por fin la guerra del Rey del Suroeste y del Rey del Noroeste había terminado. Culmino con el matrimonio de los hijos de ambos, unificando así la nación.

Al pasar el tiempo ambos Reyes murieron, dejando como herederos al trono al matrimonio recién formado:
Arthon y Katterine.

Durante el poco tiempo de reinado que llevaban, el pueblo era muy feliz. Ya no había guerras y la justicia era realmente justa. Se convirtio en el hogar que todo mundo deseaba. Y cuando pensaron que nada podía estar mejor. Nació el pequeño principe, causando gran felicidad en el Reino. Un par de años después se extendió la noticia por todo el Reino de que pronto habría un integrante mas en la familia real: la reina nuevamente estaba embarazada.

Lamentablemente el gozo por dicha noticia no duro mucho. Los gritos de gozo fueron cambiados por lamentos.

La guerra amenazaba de nuevo, esta vez por las costas del sur.

Tomando una difícil decisión, Arthon, el Rey, tomo su ejército y se dirigió a la batalla.

Fueron días de pesar y sufrimiento para Katterine, quien sin tener noticias se temía lo peor. Noches enteras pasaba llorando, deseando que su amado regresará a su lado.

Arthon sufría igual, en cada batalla que libraba lo único que llevaba en su mente era a su amada. Deseaba volver a su lado lo mas pronto posible.

Finalmente la guerra acabo, lo único que Arthon tenía en mente era volver y abrazar a su amada. Y así se disponía a hacerlo.

Cuando por fin volvio al palacio, los abrazos y llantos de alegría no se hicieron esperar.
Pero nada de eso importo, Katterine y Arthon se volvían a reunir. Y ahora un integrante mas estaba en el palacio. La pequeña princesa, un reflejo de la Reina.

Arthon pensó que nada podía arruinar este momento, pero el no había visualizado una silueta que se mantenia en una esquina de la habitación.

Durante su ausencia, alguien se había hecho presente, diciendo que era enviado por su padre, un viejo amigo del anterior Rey.

Por cortesía se le permitió quedarse en el palacio pero esta persona no tenía intenciones de irse. Y así lo confirmo ganándose la confianza de los Reyes. Llego a ser considerado un amigo intimo del Rey. Etheron era su nombre.

Pasaron dos años, llenos de alegría y gozo por todo el Reino.

Y entonces la noticia fatal: el Rey había enfermado. Siendo aun muy joven la muerte amenazaba con llevárselo.

La Reina lloraba desconsoladamente, el principe y la princesa no comprendían la situacion a causa de su corta edad.

Etheron ofreció su ayuda, una extraña medicina procedente de su tierra. Dicha medicina mejoro el aspecto del monarca, lo que nadie sabia es que esta lo estaba matando mas lentamente.

Llegando la fecha de la última dosis para la muerte de Arthon. Etheron cambio de opinión. No lo mataría, lo haría sufrir.

Etheron espero al anochecer, mientras el palacio dormía el acabaria con la familia real.

Katterine, quien fue advertida por Aria la esposa de Etheron, tomo a sus dos hijos y comenzó a huir del palacio con ayuda del sirviente mas fiel de Arthon, Sigthen.

Pero Etheron no dejaria las cosas así, y mientras Arthon era obligado a mirar por la ventana, Etheron mando matar a la Reina y sus hijos.

Katterine previniendo esto, se despidió de sus hijos y los dejo a cargo de Sighten.

La última vez que Arthon vio a Katterine fue cuando ella caía al rio con una flecha en el pecho.

Los niños habían desaparecido.

Arthon fue encarcelado mientras estaba al borde de la locura.

Al amanecer, la triste noticia se dio a conocer: la familia real había muerto.

En los registros quedo escrito que la causante fue Aria, quien como culpable seria ejecutada, pero días antes de la fecha de ejecución se suicido.

Dejando así el Reino en manos de Etheron...

Sangre de ReyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora