Sick.//Yoonmin•

43.-My boy, My Jimin.

*Suga Pov*

El disparo resonó y mi cuerpo cayó, un fuerte dolor en mi pierna hizo que la sonrisa de Jungkook se extendiera ¡Mierda!.

-Llévalo a mi despacho.- hablo Kwan y yo cerré los ojos, el dolor era punzante y el área se mancho de rojo.

- Pero.. Señor.. El esta..mu..muert.-dijo el chico con voz temblorosa.

-No seas estúpido, no puede estar muerto ¡Llévalo al despacho ya!.-gritó y el chico asintió, sus brazos pasaron por mi cintura y me elevaron del suelo, me puso en su hombro y camino conmigo.

No iba a poder escapar si no terminaba con él, era una piedra en mi zapato y no iba a permitirme perder la vida, no ahora, no por mi madre, no por Jimin.

¿Dónde estas Jimin?

El chico me coloco en una silla, poco cómoda y bastante fría, abrí los ojos y vi como Kwan humeaba de la rabia.

-Min Yoongi ¿Acaso no sabes quien soy? ¡Lo que puedo hacerte ,joder! ¿Porque aun así te empeñas a desafiarme? ¡¿Quieres morir?! O peor aun ¡¿Quieres ver a tu querido regordete muerto?!.-preguntó cerca de mi rostro, totalmente furioso, con una expresión de frustración y una respiración agitada, el hablaba de Park Jimin, el hablaba del hombre al que amo.

¡Mi Jimin no puede estar muerto!

-No lo toques.-contesté aun el dolor en mi pierna, aun con un arma apuntando en mi nuca ¡Este jodido Jungkook me las pagara!

-Oh, mi pequeño Min Yoongi, yo no necesito hacerlo.-sonrío y dicho esto saco del bolsillo de su pantalón su móvil, lo prendió y busco en el un par de segundos, segundos que pude haber aprovechado a no ser de que Jungkook estuviera jodiendome con su puta arma.

-Hay alguien que te quiere saludar.- dijo y la pantalla del aparato alumbró mis ojos, estaba demasiado cerca, tanto que apenas pude distinguir la imagen, era mi pequeño, mi estúpido enano estaba en la pantalla, dormía plácidamente en el interior de un auto, una mano ajena estaba situada en su pierna y el parecía muy cómodo.

¡Taeyong! ¡El jodido Taeyong tiene a mi niño!

-Jimin es una zorra que se acostó con Taeyong.-mintió descaradamente, mi Jimin no podía haber hecho eso.

-¡Eres un jodido mentiroso!.-le grité con rabia y un golpe azoto mi mejilla derecha, rompiendo un poco mas mi labio y dejándome un ardor infernal en la mejilla.

-¡No me grites! ¡Deja de retarme!.-me gritó de igual manera y un segundo golpe ahora en mi estomago me dejo sin aire.-¡Taeyong siempre ah sido mejor que tu! ¡Apesar de no ser un Kwan se a ganado mi orgullo! ¡En tu lugar Yoongi! ¡En tu maldito lugar!.-gritó eufórico.

-¡Tu orgullo es un asco!.-conteste con rabia y otro golpe en mi ceja se sintió, mientras a mi ojo llegaba ese camino de sangre que salia de la herida.-¡Eres un hijo de puta! ¡Un cobarde! ¡Un idiota! ¡Un poco hombre! ¡Hijo de perra!.-le grité, todos los años tratando de vengarme, todos las copas, todos los robos, todas las drogas, eran su puta culpa y si iba a morir, lo haría después de haberle dicho lo hijo de puta que era.

-Yo podría haberte querido tanto si no hubieses defendido a tu hermano ese día.

-¡Eres una inútil! ¡Vamos! ¿Acaso ni complacer a tu marido puedes? ¡Chupamela como la zorra que eres!.- los gritos resonaban en la casa y no me dejaban dormir, mis dedos tapaban mis oídos y la cama de mi hermano temblaba.