Capitulo 20

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DANA

Cerré la puerta de casa con fuerza.

-¿Drake?- escuché que preguntaba mi madre.

-No.- dije simplemente mientras iba a la cocina, entre dentro y vi a mi madre inclinada sobre el horno- ¿Qué haces?

-Hacer un pastel...o intentarlo.- dijo al ver la tarta quemada, me senté en la isla y me quité los zapatos- ¿Cómo te fue el día?- quiso saber intentado quitar el quemado del pastel.

-¿Peleabas mucho con papa?- le pregunté, mi madre levantó la cabeza del pastel y me miro intrigada.

-Alguna que otra vez.- se acercó hasta mi- ¿Por qué lo dices?- dijo sentándose a mi lado.

-Curiosidad.- dije encogiéndome de hombros, restando importancia al asunto.

-Te conozco mejor que eso, cariño.- acomodo un mechón detrás de mi oreja.

Escuchamos la puerta abrirse y cerrarse, y voces llenaron la entrada, al poco entró mi padre seguido de Drake. Mi madre se acercó a ellos.

-Hola piccola.- dijo mi padre dándole un beso a mi madre.

-Estamos aquí.- Drake puso cara de asco al ver a mi padre agarrarle el culo a mama.

-Lo se, chico.- dijo papa alejándose despacio de mama, se acercó a mi y me beso en lo alto de la cabeza- ¿Qué tal el día, princesa?- dijo mi padre sentándose a mi lado.

-Todo bien.- fingí una sonrisa- ¿De dónde venís?- pregunté al ver la cara seria de Drake.

-Tenemos que hablar.- dijo Drake serio.

-¿Ocurre algo?- dijo mi madre asustada.

-Es el hijo de Zafir.- informó mi padre apretando su mandíbula, todos nos quedamos callados para que continuara- Es más serio de lo que nos informaron... Lo mejor sera irnos unos días.- termino de hablar.

-¿IRNOS?- grité alterada- No puedo irme, tengo clases y exámenes y...- comencé a agobiarme.

-Solo serán unos días, Dana.- dijo mi padre serio, abrí la boca para hablar pero no me dejo- Esta decidido, nos iremos y no hay más que decir.- se levantó y se fue sin mirar atrás.

-¿Mamá?- dije esperando que dijera algo lógico.

-Si tu padre ha decidido eso...es por algo, Dana.- me miro con tristeza durante unos segundos y volvió con el pastel.

-Yo tampoco quiero irme.- escuché detrás de mi a Drake.

-Podemos quedarnos el y yo aquí, en casa.- propuse, Drake puso una mano en mi hombro y lo apretó con suavidad.

-Pero voy a ir, Dana, sabes mejor que nadie que papa no haría algo así si hubiera otra solución.- susurró Drake encima de mi.

No quiero irme- pensé cerrando mis ojos con fuerza.

** *

Arrugué la hoja donde hay comenzado a escribir el poema que nos mando el profesor.

¿De qué lo hago?- pensé mirando un folio en blanco.

Desvié mi mirada hasta la mesilla de noche, antes de darme cuenta estaba andando hacia ella, abrí el último cajón y saqué el dibujo que me había echo Vinny hace unos días.

-Deja de pensar en él.- murmuré a la nada, guarde el dibujo y me senté de nuevo en la silla del escritorio.

Moví mis dedos sobre la hoja en blanco, suspiré ruidosamente.

-Dana.- escuche a mi padre detrás de la puerta mientras tocaba con suavidad.

-Pasa.- dije girándome hacia la puerta sin levantarme de la silla. Mi padre entró y me sonrió al ver mis piernas dobladas debajo de mi.

-¿Podemos hablar?- dijo mirando dentro de mi habitación, asentí en respuesta.

Mi padre entro cerrando la puerta detrás de él, y se sentó en una esquina de mi cama.

-Ya he hablado con tu madre y Drake, ahora me faltas tú, la más difícil.- dijo con una sonrisa.

-¿La más difícil?- cruce mis brazos ofendida.

-Te pareces demasiado a mi, princesa.- dijo mirando mis brazos y comenzó a reír.

-Tú dirás.- dije mirándole, respiró hondo antes de hablar.

-Sabes que no nos iríamos si viera otra alternativa.- dijo directo como siempre, miré el techo exasperada- Dana, mírame.- ordenó mi padre serio, lo miré y tenía sus codos apoyados en las rodillas- No puedo dejar que os pase nada...Sois lo único que tengo.- desvió la mirada hacia el suelo- Y si tienes que enfadarte conmigo por eso, me da igual, enfádate pero no dejaré que nadie te haga daño.- la furia se reflejaba en su voz.

-Lo entiendo.- dije con suavidad, me levanté de mi silla y fui hasta él, me senté a su lado, mi padre paso su brazo sobre mis hombros y me beso la frente y habló desde ahí.

-Nos iremos en dos días, princesa, prepara todo lo que necesites.

-¿Cuánto tiempo estaremos allí?- pregunté aferrándome a él.

-El que sea necesario.- dijo apretando mi hombro, asentí con la cabeza, no era momento para ser rebelde.

-¿Y a dónde iremos?- dije levantando mi cabeza y apartándome un poco para mirar sus ojos.

-¿Qué te parece la casa de la playa?- él bien sabía que me encantaba ir allí.

-Esta bien, papa.- dije abrazándole con fuerza.

Poco después mi padre se fue de mi habitación dejándome sola, comencé a cambiarme, me quité los vaqueros y los dejé en la silla, me puse algo de música, saqué mi camiseta al ritmo de la melodía. Até mi cabello en una coleta alta mientras fui a sacar el pijama del armario.

-Creó que llegué en el momento justo.- dijo alguien detrás de mi, grité dándome la vuelta asustada.

Una bala por venganza (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora