Una bala por venganza (#2)

Capitulo 24 (POV León)

LEÓN

Observé desde dentro de casa como Dana andaba por la playa sin rumbo alguno. Noté unas manos por mi espalda y luego un beso en medio de ella.

-¿Qué miras?- dijo Corina curiosa detrás de mi.

-¿Le pasa algo?- dije sin apartar mis ojos de Dana.

-No lo se...Ha estado así desde hace unos días.- escuche a Corina mientras acariciaba con su mano su brazo- Creo que se que le pasa.

-¿Y qué es?- dije curioso dándome la vuelta y mirándola.

Pase mi mano por su cuello, apartando su cabello pelirrojo.

Mierda, esta más preciosa que nunca.

-¿Te acuerdas del chico que trajo a Dana a casa?- dijo despacio Corina, asentí- Creo que le gusta.

-¿Qué le...me estas diciendo que mi hija esta enamorada de ese tipo?- dije furioso, mi respiración iba en aumentando a cada segundo que pasaba.

-¿Y qué tiene de malo Vinny?

-¿Le estas defendiendo?- dije incrédulo al ver su postura chulesca.

-El chico no hizo nada, te recuerdo que ayudo a nuestra hija cuando más lo necesitaba.- dijo con furia.

-Corina...

-No, León.- dijo severa, volví a sentirme como un niño pequeño que era regañado por su madre al ser pillado comiendo chucherías a escondidas- Ve y habla con tu hija sobre el tema.- dijo apuntando con su dedo a Dana.

-Esta bien, esta bien.- acerqué el cuerpo de Corina al mio- Pero no te enfades, piccola.- le di un pequeño beso en el cuello- Sabes que odio pelear contigo.- susurré cerca de sus labios.

-Entonces aconseja a tu hija, y recuerda que es su vida, no la nuestra.- dijo Corina dándome un pequeño beso.

Salí de casa buscando a Dana, la encontré andando por la orilla de la playa.

-DANA.- la llamé mientras iba caminando hacia ella.

-¿Qué haces aquí, pa?- dijo mirándome.

-Quería estar un rato a solas contigo,¿puedo?- dije ofreciendo mi brazo, entrelazo el suyo con el mio.

-Claro, señor Pacchiani, pero recuerde que tiene esposa.- bromeó Dana.

-Me ofende, señorita Pacchiani...- fingí malestar, ambos comenzamos a andar aun por la orilla- ¿Cómo esta tu amigo?- pregunté como si nada.

-¿Victor?- dijo ella mirándome con curiosidad- Esta bien, ya sabes lo loco que es.- dijo riendo.

-Me refería a tu otro amigo.- dije enfatizando bien la palabra.

-No se de quien hablas.- dijo tajante.

-¿Cómo se llamaba?- hice una pausa- Vinny, ¿así era cierto?- dije serio.

-Si, pa, se llama así.- dijo mirando la arena mientras seguíamos caminando.

-¿Y cómo le va? ¿Ya tiene novia?- miré la expresión de Dana.

-No se si tiene...- dijo molesta.

-Supongo que no le faltarán candidatas.- quería irritarla un poco para saber lo que realmente pensaba.

-Supongo...- dijo encogiendo sus hombros pero su voz salio enfadada.

-Es educado...Y atento.- Dana se paró y miró el mar.

-¿A dónde quieres llegar con todo esto?- dijo cruzando sus brazos.

-Solo estamos hablando, princesa.- dije inocentemente.

-Pa, te conozco, y se que quieres decirme algo.- dijo sin paciencia.

-¿Te gusta?- dije sin más, la boca de Dana se abría y cerraba como si fuera un pez.

-¿Cómo has dicho?

-Dana, eres mi princesa, se antes que tu misma cuando te pasa algo...Así que dime.

-No voy a hablar contigo sobre eso.- dijo avergonzada.

-Soy tu padre.- dije sin entender.

-Por eso mismo.- dijo como si fuera lo más lógico del mundo.

Su móvil comenzó a sonar, lo sacó y pude ver el nombre de quien llamaba.

-¿Psicópata loco?- dije al ver como sonreía.

-Es...- cogí su móvil y conteste- PAPA, NOO.- gritó cuando descolgué.

-Hola, pequeña roja.- dijo una voz risueña.

-¿VINNY?- grité, su risa se corto de golpe.

-¿Señor Pacchiani?- dijo ahora serio Vinny.

-PAPA, DEVUÉLVEME EL TELÉFONO.-Dana intentó quitármelo, pero lo puse en alto, cuando paró volví a hablar con Vinny.

-¿Señor?

-¿Eres un psicópata?- dije al recordar el nombre que estaba puesto.

-¿CÓMO?- dijo sin entender nada- No, claro que no.

-PAPA, YA BASTA.- gritó de nuevo Dana, la situación comenzaba a resultar chistosa.

-Señor Pacchiani, quiero que sepa...

-¿El qué?- dije al notar que se callaba.

-Que estoy yendo a su casa, señor.

-No estamos en casa, Vinny.-dije mirando a Dana quien tenía ojos ilusionados.

-Señor, estoy camino a su casa de la playa.

-¿Te dijo Dana dónde estábamos?- dije curioso.

-No, señor...Tengo contactos.- escuche la voz seria de Vinny.

-¿Por qué vienes hacia aquí?

-Preferiría decírselo en persona, señor.- dijo formal como siempre.

-Te estaremos esperando.- dije antes de colgar.

Miré el móvil en mi mano y luego levante mi mirada hacia el mar azul cristalino.

-¿¡QUE TE DIJO!?- preguntó ansiosa Dana.

-Espera y verás.- no iba a estropear la sorpresa de Vinny.

Fui directo a casa y esperé paciente a Di Pietro.

VINNY

Seguí conduciendo sin descansorecordando la conversación que tuve con León.

Ahora sabía el tonto apodo que le pusea su hija.

Así se hace, Vinny.- penséresignado.

Comencé a ver el agua azul desdelejos, ya faltaba poco para llegar a mi destino.