Capitulo 28

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CORINA

Bajé del coche y esperé a León desde mi puerta.

-¿Lo pasaste bien?- dijo mientras hacia que me apoyara en la puerta del coche.

-Bastante bien.- dije rodeando con mis brazos su cintura- Pero no deje de pensar en Dana.- confesé.

-Entonces ya somos dos.- León comenzó a reír- ¿Crees que lo estarás pasando bien?- dijo besando la comisura de mis labios.

-Eso espero.- respondí distraída mientras notaba las manos de León subir por mis caderas.

-Nuestra noche aun no ha acabado, piccola.- murmuró desde mi cuello, cerré mis ojos al notar sus labios- ¿A dónde quieres ir, picc...?- León calló desplomado al suelo.

-¡LEÓN!- grité histérica agachándome, intente hacer que rodara ya que su cara estaba tocando la carretera- LEÓN, RESPONDEME.- toqué sus brazos, intenté mover su cuerpo pero no tenía tanta fuerza- ¡AYUDA!- grité con todas mis fuerzas mientras mi voz se quebraba, toqué su cuello y fue cuando noté un pequeño dardo.

Levanté la mirada cuando escuche un ruido cercano, salio una silueta de la oscuridad del jardín de casa,intenté ver su cara, pero lo único que vi fue el reflejo de una pistola apuntándome desde lejos.

-Corre, Corina, corre.- susurró León mientra intentaba permanecer despierto- Corre.- susurró antes de cerrar del todo sus ojos.

Le hice caso y comencé a correr, fui hacia la playa, miré a mi alrededor en busca de ayuda pero la playa estaba solitaria. Escuche los pasos cada vez más cerca, comencé acorrer como nunca.

Un pequeño dolor se instalo en mi brazo, lo toqué y noté el dardo, mi visión se nublo mientras mis piernas se enredaban entre sí, entonces mi mundo se tornó de oscuridad...

LEÓN

-VAMOS, DESPIERTA.- escuche a alguien gritar en mi oído, abrí mis ojos asustado cuando algo helado fue arrojado a mi cara.

Parpadee antes de darme cuenta de la situación.

Mire hacia adelante, Corina estaba atada con los ojos cerrados, miré a mi izquierda, Drake también atado con un ojo amoratado, sangre por su ropa y sin apartar la mirada hacia su madre, miré a la derecha y Dana estaba amordazada mirándome, cerró sus ojos y una lágrima cayó tocando su mejilla pálida.

-Por fin despiertas.- dijo una mujer detrás de nosotros.

Intenté ver quien era pero no conseguir ver su rostro, solo su voz.

-Supongo que te preguntarás quien soy.- dijo misteriosa- Soy tu peor temor hecho realidad.- susurró en mi oído con voz rencorosa.

Miré a Corina quién miraba a la mujer sin parpadear.

-Quitar a la mujer la cinta.- ordenó la mujer.

Un hombre grande, que nunca antes había visto, se acercó a ella y se la quito.

-Hola, querida.- rió la mujer.

-¿Quién eres? ¿¡QUÉ QUIERES DE NOSOTROS!?- gritó histérica Corina.

-No grites, nadie va a venir a por vosotros.- dijo aburrida, la mujer dio un paso hacia la luz y pude ver sus rasgos.

Delgada, alta, rubia, sus rasgos eran duros, su mirada era calculadora y fría, pero el color de sus ojos fue lo que llamó mi atención, tenía el tono exacto que Vinny y un destelló de ira y rencor como ningún otro.

-Tu querido esposo, Corina, ha sido quien os ha metido en este asunto.- le informó la mujer sentándose en el sofá.

-¿Qué quieres decir?- Corina me dio una mirada rápida, dándome a entender que no entendía nada, como ninguno de nosotros.

Una bala por venganza (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora