En el capítulo anterior....
Aries muestra su pasado, el cual está marcado por el echo de que su madre aun está en coma. Esperando a que ella vuelva a abrir los ojos, Aries le da vueltas a los temas que más le preocupan de esa situación.
Al despertarlo Escorpio de sus pensamientos, se viste y se va en busca de los demás, pero da la casualidad que todos se han ido, menos Leo y Piscis, a los cuales se los encuentra en la cafetería, comiendo el nuevo pastel de chocolate que ha preparado Cancer.
Al sentarse con ellos, sale el tema de como Aries trata a Tauro. Eso molesta notablemente a Piscis, lo que le hace soltar lo primero que se le viene en ese momento a la cabeza. Aries, en cambio, eso le confunde.
¿Qué estará pasando por su cabeza ahora mismo?
Narra Aries
"Wow, eso sí que es carácter." pienso sonriéndole, lo que provoca que me mire confundida. Se me pasa por la cabeza seguirle el juego.
Aries: Con que...- digo echándole una mirada desde arriba a bajo. Debo admitir que hoy está muy guapa. Vuelvo a fijarme en sus ojos y sigo hablando.-....quieres que solo te haga caso a ti, he.- ella traga con dificultad ante mi respuesta.
Piscis: Sí, ¿algún problema?- contesta ella sonriendo de la misma manera, que la mía.
Cruza sus brazos, haciendo que no pueda fijarme demasiado en sus curvas. Tuerzo el gesto.
Aries: Ya. Voy a intentar dejarte claras las cosas.- digo siguiéndole el juego.
Me levanto para luego acércame a Piscis, la cual se queda sentada con el ceño fruncido. Cuando estoy delante suya me agacho, quedando mi rostro a la altura del suyo, con ello me fijo en sus labios. Unos labios rosados que me gustaría probar ahora mismo. Puede que ella sea mi amiga, pero ese atisbo en sus ojos pícaros me dice que ahora mismo quiere algo más.
Ella sigue inmóvil, lo que me hace pensar que esta situación la esta poniendo nerviosa. Sonrío ampliamente para luego acercarme a su oreja y con pocas palabras, la hago estremecer.
Aries: Algo me dice que no eres tan fría como para aguantar la mirada.
Me alejo de ella y extiendo la mano hacia ella. Me mira sorprendida por mi atrevimiento, pero no tarda mucho en cogerla y dejarse llevar. La acerco a mi de forma delicada, notando como su cuerpo se tensa cuando la tengo pegada al mío.
Su mirada se queda fija en mía cuando mi mano izquierda a traviesa esa fina barrera de frialdad que tiene ella, y se posa en su espalda. Con la mano derecha agarro la suya y la miro fijamente mientras que sonrío.
"Algo me dice que nunca ha bailado así con alguien. O, si lo ha echo, no lo ha echo enserio." pienso.
La acompaño por la habitación, con pasos lentos y acompasando ese ritmo imaginario que rueda en mi cabeza. El sonido del piano de mamá a traviesa el recuerdo y la realidad, y una sensación de calidez se instala en mí de nuevo. Aflojo la sonrío y la expresión, manteniendo en mi mente ese recuerdo tan preciado de hace tanto tiempo y que se está empezando a desgastar de tantas veces que recurro a él.
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El hotel de los Signos
RandomEl hotel Altaria fue, en su momento, un gran icono para esta amplia y famosa ciudad. Sin embargo, ahora, luego de 34 años, se ha ido deteriorando hasta convertirse en una antigualla y con ella, perder toda su fama. Es así, como un joven Aries al ver...