~ Capítulo 28 ~

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Narra Tauro

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Narra Tauro

Llevan anunciándome, desde hace unos días, que estas semanas serán algo más movidas por culpa de que en menos de un mes empezamos a universidad. Por eso mismo, todos hemos decidido aprovechar estas últimas semanas que nos quedan de verano para ir a todos los lugares posibles y hacer todo cuanto queramos.

Me dejo caer en el sillón de Cancer, Piscis y Sagitario, los cuales deben estar en sus respectivas habitaciones. Aun es muy pronto para que se despierten un lunes por la mañana, al igual que todos signos, menos una servidora. Lo más triste de todo es que ayer, al final, no pude dormir lo que quería. Acuario no me lo permitió y como es lunes, tampoco duermo lo que quiero.

Es algo extraño. Es decir, por la semana me despierto con más ganas de hacer algo, por eso mismo madrugo. En cambio, el fin de semana me cuesta más despertar. Tengo asumido que de lunes a viernes tengo que hacer algo, y sábado y domingo, dormir la mona.

Frunzo el ceño mientras que cojo el mando a distancia de la televisión y pulso el botón de "encender", lo que provoca que la televisión no se encienda, si no que se queda en negro. Suspiro pensando que hacer, ya que no tenía planeado hacer otra cosa que ver la televisión.

Me levanto del sillón, recordando que debería comprarme uno por culpa de que no quiero seguir sentándome en el suelo. Es bastante incomodo, y más cuando estás cansado y no puedes recostarte.

Me encamino hasta la primera planta, donde está la cafetería. Abro las puertas para recorrer la zona con la mirada con la única intención de pasar el rato. Sin embargo, cuando mi mirada repara en ese pequeño tablón de madera, con todas las tareas de cada uno de nosotros con su día correspondiente, el corazón me da un hueco y me acuerdo de que tengo que hacer las tareas.

Cuando estaba en casa ayudaba, pero no ayudaba hasta tal punto de estar todos los días haciendo alguna tarea. Se puede decir que era un poco vaga.

Le hecho un pequeño vistazo, revisando mentalmente que hoy es lunes 13 de agosto. En mi fila no encuentro nada que me llame la atención, ya que las tareas principales que tenía que hacer ya están hechas, como por ejemplo; limpiar la habitación propia y limpiar los platos.

Para mi desgracia soy la encargada de limpiar los platos o mejor dicho, soy la encargada de dejar los platos en el lavavajillas. Al menos no tengo que limpiarlos a mano. No es muy agradable, pero sí se tuviese que hacer, se haría.

Miro hacia abajo, arrepintiéndome de ese movimiento.

Suspiro con pesadez.

Me encuentro con la peor tarea que me podía tocar y todo porque es lunes 13 de agosto. Algunos se quejan de que lavar los platos es lo peor que te puede tocar, o sacar la basura. Pero, en mi opinión, eso no es nada comparado con las letras aquí escritas.

Es mucho peor que todo eso.

Pensad en que somos 12 personas en el hotel y por ende consumimos mucha comida, pero por desgracia no consumimos toda la comida y eso provoca que en el almacén muchos de los alimentos se pasen y caduquen. Lo que ocurre también en la cocina. Bueno, pues a mí me toca sacar todos esos alimentos putrefactos del hotel.

El hotel de los SignosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora