El hotel Altaria fue, en su momento, un gran icono para esta amplia y famosa ciudad. Sin embargo, ahora, luego de 34 años, se ha ido deteriorando hasta convertirse en una antigualla y con ella, perder toda su fama.
Es así, como un joven Aries al ver...
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El gatito y la brisa del viento - Parte 3
El gatito se cuela en el edificio de nuevo ayudado por la brisa del viento, quien le impulsa los saltos de un lado a otro. El felino se lo agradece con un maullido largo y la brisa le acaricia la cara como signo de afecto. Así, ambos se adentran de nuevo en los angostos pasillos del hotel, buscando la siguiente pareja que sucumbirá a las caricias felinas.
Descienden hasta llegar a la segunda planta, en donde el silencio es acallado por las risas de Virgo y Capricornio. Esto provoca que ambos compañeros de viaje se miren un momento; se están planteando pasar de largo. Pero la brisa le avisa, antes de que el felino se de la vuelta, sobre lo tierna que es la pareja y que seguramente necesiten un poco de mimos de él.
El felino asiente tras meditarlo un rato. Tras unos pasos, la pequeña criatura se sienta delante en la puerta para maullar nuevamente, esperando que alguno de los dos jóvenes le abra la puerta, pero eso no llega a suceder. Los minutos pasan y pasan, provocando una molestia en el minino.
Con un gesto de repulsión, el minino se gira sobre sí mismo y se levanta del suelo para caminar hacia las escaleras. La brisa del viento se sorprende por su comportamiento tan orgulloso, pero eso no la detiene a ella para abrir la puerta de Virgo y Capricornio en un santiamén.
Las risas de los jóvenes se silencian en cuanto escuchan el crujir de la puerta. El felino, sorprendido por las habilidades de su amiga, camina con pasos tranquilos hasta el marco de la puerta. Una vez allí, divisa a Capricornio mirándolo con sorpresa y a Virgo con el ceño fruncido.
El minino prosigue su camino, adentrándose en la oscura habitación de la pareja, hasta llegar a la cama, en donde salta con sus patitas oscuras.
Virgo: ¿El gato ha abierto la puerta?- pregunta confundida.
Su novio le mira anonadado.
Capricornio: Creo que hemos subestimado las capacidades de este gato.- responde él con una sonrisa un tanto nerviosa.
Ambos se miran un momento antes de estallar en carcajadas.
Virgo: Co-como va a abrir un gato la puerta.- dice entre risas.
Capricornio: Imposible.- finaliza él.
El felino los mira un momento, planteándose la posibilidad de que algo no les haya sentado bien durante la cena, pero la brisa le vuelve a recordar que son jóvenes.
Maulla en forma de afirmación.
Capricornio: Eso-eso me recuerda al gato de mis padres.- ríe.
El silencio amenaza con aparecer.
Poco a poco, Virgo deja de reír para sucumbir a la verdad; aun no conoce a los padres de su novio, cuando él sí conoce a los suyos. Esto es algo que atormenta bastante a Virgo, ya que le hace desconfiar.
