~ Capítulo 23 (Sagitario 1) ~

3.3K 265 172
                                    

Narra Sagitario

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narra Sagitario

Me gustaría sacarme este dolor que tengo en el pecho. Pero, yo sé que no puedo. Y este dolor se remonta hace unos días atrás, cuando oí a Capricornio y a Tauro hablando en la habitación de ella. Al principio pensaba que estaría mal oírles, pero no pude aguantar la curiosidad que eso conllevaba. A parte de que, estamos hablando de Tauro, quien siempre está evitando a Capricornio bajo cualquier cosa.

Flasback

Bostezo ampliamente provocando que me duela la mandíbula. Mis ojos parpadean repetidas veces, mientras que intento coger el mando de la televisión y así, poder apagarla.

"Son las 3:14 de la mañana, debería dormir." pienso.

Me levanto del sillón, para así estirar mi espalda, la cual hace "clak" en menos de un minuto. Pongo una mueca de dolor, por el simple hecho de que no me encanta oír como cruje mi espalda ni ninguna otra parte de mi cuerpo.

De camino al baño, oigo como algo o alguien tropieza en el pasillo. Me alarmo, ya que no es muy normal oír algún tipo de sonido a estas horas.

La curiosidad me mata y me acerco a la puerta, donde escucho como ese algo o alguien se levanta del suelo murmullando algo. Frunzo el ceño, con la preocupación a flor de piel.

Un silencio se hace presente, pero se rompe cuando alguien toca a la puerta de Tauro, la cual se abre en menos de un minuto.

Tauro: Capricornio.- exclama ella cansada. Sigo atento.- ¿Qué pasa?- pregunta.

Capricornio: Tengo un problema y necesito que me ayudes.- dice él.

Frunzo el ceño extrañándome.

"¿Desde cuando Capricornio necesita ayuda?" pienso.

Tauro: Está bien, pasa.- dice ella.

Al poco oigo la puerta cerrarse.

Mi curiosidad aumenta, ya que esto es demasiado raro. Por lo que, abro mi puerta observando si hay alguien más en el pasillo, pero no hay nadie. Me acerco a la puerta de Tauro para seguir escuchando.

Tauro: Solo tienes que esperar, no es nada grave.- dice ella.

Oigo a Capricornio suspirar.

Capricornio: Ya bueno, se ha enfadado demasiado y no sé que hacer.- dice apenado.

Frunzo el ceño, mientras que me acomodo al otro lado de la puerta.

Tauro: Es normal en nosotras que nuestros cambios de humor hagan mella en los demás.- explica.

Confundido, sigo escuchando. Otro suspiro de Capricornio se hace presente.

Capricornio: Está bien, seguiré tu consejo.- dice rendido. Me dejo caer en el suelo, rendido y confuso.

"¿Por qué Capricornio ha venido a pedirle consejo, a Tauro?" me pregunto angustiado.

Al poco escucho de nuevo la voz de Tauro, pero de esta vez en un susurro pesado, lo que me preocupa.

Tauro: Capricornio.- dice ella. Un silencio se hace presente.- ¿Qué pasaría si me fuese?- dice en un susurro.

Mis ojos se abren como platos al oírla, sin poder creer lo que pregunta. Por un momento cierro la mandíbula con fuerza, reteniendo todas las palabras que ahora me gustaría gritarle, pediéndole que no se vaya.

Capricornio: ¿Por qué lo preguntas?- dice él, también en un susurro pero más tranquilo.

Mi pulso aumenta, sintiendo como la sangre hierve bajo mis venas, quemándome.

Tauro: Curiosidad.- comenta.

Capricornio: Nadie quiere que te vayas.- responde.

Trago con dificultad, aun oyendo el rápido latido de mi corazón, golpeando mi pecho. Por un momento, siento que mi mundo se va cayendo poco a poco y que una sensación nueva nace en mi interior. Lo que me hace sentir raro.

Tauro: No creo eso.- dice ella con frialdad.

Capricornio: Todos tenemos diferencias.No siempre nos vamos a llevar bien con todos. Siempre hay alguien que nos caerá mejor o peor, pero eso es natural.- explica él.

Miro el suelo observando la larga alfombra, mientras que sigo escuchando.

Tauro: Lo sé.- contesta soltando un suspiro pesado.- Aun que, no es la primera vez, que he pensado en irme.- confiesa.

Elevo la mirada hacia adelante, sintiendo como algo rompe en mi. El pánico a sentir esta sensación aparece y me separo de la puerta y con ello, de sus voces.

Me encierro en mi habitación, enciendo la televisión para no oírles y así, distraer mi cabeza. Al poco rato de hacerlo, me quedo dormido.

Fin del Flasback

Escucho como un toque en la puerta me hace atender a mi realidad y con ella, a quien está detrás de la puerta.

Frunzo el ceño, preocupado. Una sensación me dice que Tauro es la está detrás de esos toques. El corazón comienza a golpearme el pecho y siento la sangre recorrer mis venas rápidamente. Parecido al escalofrío.

Aclaro la garganta y me encamino hacia la puerta colocando bien la camiseta.

En menos de un minuto, abro la puerta dejando ver a una Tauro con una pequeña sonrisa. La cual me transmite una tranquilidad peculiar.

Tauro: Hola.- dice ella elevando la mano, en un pequeño movimiento. Su sonrisa se ensancha, provocando que sonría levemente. Asiento, mientras que la dejo pasar a la habitación. Oigo el cierre de la puerta y a continuación, su voz vuelve a llenar la habitación, y con ella, mi cabeza.- ¿Cómo estás?- pregunta.

Me giro observándola de reojo.

"Desde cualquier ángulo es adorable." pienso inconscientemente, lo que me sorprende. Por lo que, aclaro mi mente diciéndome que ahora no es momento para ello.

Sagitario: Bien, ¿y tú?- sigo la conversación.

Tauro: Feliz de haber vuelto.- contesta.

Eleva el puente de sus gafas para luego pasar sus dedos por los ojos. Parpadea varias veces antes de dedicarme otra sonrisa tierna.-

Tauro: Aun no me acostumbro a ellas.- dice.

Nos sentamos ambos en la cama, la cual está todo desecha, pero bueno. Debería haberla hecho antes.

"Que desordenado soy." pienso pegándome mentalmente.

Ella juega con sus manos, dejando que sus preguntas se alarguen un tiempo más y eso me hace sentir preocupación. Por lo que, decido empezar yo.

Sagitario: Nos afectó mucho que te fueras.- empiezo. Ella sonríe, pero no dice nada. Continuo.- Todos te echamos de menos.- ella asiente.- Te extrañe mucho.- digo en un susurro. Ella lo escucha, lo que le sorprende notablemente. Se gira a mirarme. Su mirada impone. Estoy nerviosismo.- Yo, no sé como decir esto.- me enseña una sonrisa tranquilizadora.-Me gustas, Tauro.- confieso rápidamente.

Ella no dice nada, como sí su respiración hubiese parado. Yo en cambio, me siento extraño. Liberado, pero preocupado por lo que pase ahora.

El hotel de los SignosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora