El hotel Altaria fue, en su momento, un gran icono para esta amplia y famosa ciudad. Sin embargo, ahora, luego de 34 años, se ha ido deteriorando hasta convertirse en una antigualla y con ella, perder toda su fama.
Es así, como un joven Aries al ver...
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Narra Escorpio
*Sueño*
Observo como la oscuridad me envuelve, sintiendo un frío inmediato junto a una sensación de miedo. Parpadeo varias veces seguidas para intentar divisar una salida, pero no encuentro nada, solo oscuridad y sensaciones que me atormentan.
- Escorpio...- oigo como me llaman.
Elevo la mirada hasta encontrarme con una figura distorsionada y negra, totalmente negra. Un escalofrío recorre mi espalda en apenas unos segundos. Parpadeo varias veces para comprobar si es verdad lo que estoy viendo o si solo es una ilusión.
- Escorpio...-vuelve a llamarme.
Al principio su voz es grave, pero con los segundos algo la vuelve aguda.
- Escorpio....- dice de nuevo.
De la figura sale una especie de brazo distorsionado, el cual luego intenta acercarse hasta tocarme. Roza con la punta de sus dedos mi pecho y rápidamente siento como algo me oprime la respiración. Intento deshacerme de ese brazo pero no consigo nada. No me puedo mover.
Mi respiración se acelera hasta el punto en que me duele respirar.
- Escorpio....- me llama por cuarta vez.
Elevo de nuevo la mirada hacia la figura y en ella distingo unos ojos. Me quedo observando como esos ojos me miran curiosos, pero con un atisbo de miedo.
- Necesito tu ayuda.- dice la sombra.
Trago con dificultad para luego susurrar, con la respiración de nuevo calmada.
- ¿Para que?- digo con miedo en mi voz.
A la figura se le dibuja una sonrisa ladeada, lo que provoca que otro escalofrío recorra mi cuerpo, o eso pensaba yo que era. Ya que, en vez de ser un escalofrío la figura pasa su mano por mi cuerpo. Sin poder hacer nada, cierro los ojos.
- Debes matar.- dice. Abro los ojos para luego encontrarme con la figura a escasos metros de mi. Bajo la mirada hacia sus manos y encuentro un cuchillo.- Mátala.- pide.
Tras unos segundos, una nueva figura aparece un poco detrás nuestra. Una niña pequeña de ojos expresivos azules y rubia me mira tristemente. Parpadeo repetidas veces, hasta caer en la cuenta de que ese rostro dulce me suena.
Vuelvo a mirar la figura de voz aguda, la cual acaba de convertirse en una mujer de ojos marrones casi oscuros, junto con una melena igual de rubia que la de la niña. Parpadeo al reconocerla también.
Niego repetidas veces mientras que me alejo de ambas, pero por mucho que quiera alejarme, es como si estuviese dando los mismos pasos una y otra vez. No avanzo y una terrible sensación de temor me oprime el pecho de nuevo.
- Hazlo Escorpio.- me pide sonriéndome mientras que se acerca a mi con el cuchillo en ambas manos.
- No lo haré.- digo aun intentando alejarme. Pero me es imposible, ella sigue avanzando y yo no puedo huir.
