Narra Virgo
Me dejo caer en la cama exhausta. Mientras tanto, Capricornio sigue de pie caminando de un lado para otro. Acabamos de volver de una larga caminata y parece que no le ha bastado para cansarse.
Virgo: ¿Capri, no estas cansado?- me mira sonriente.
Sus ojos marrones se esconden tras el cabello que le cae encima. Es tan tierno hasta cuando no se da cuenta, es por eso que le saco tantas fotos cuando él está despistado.
Capricornio: No, siempre me han dicho que tengo hiperactividad, aunque realmente no la tengo diagnosticada.- dice lo último con esa inocencia que tanto me encanta.
Veo como esboza una sonrisa y se me escapa un suspiro.
Siempre me ha gustado Capricornio. Es una mezcla de dulzura y carácter.
Virgo: Entonces, si tan hiperactivo estas, ven aquí.- le digo.
Capricornio sonríe con picardía al escucharme.
Se deja caer a mi lado antes de trepar por mi cuerpo y ponerse encima mía. Al ser más alto y más pesado, a veces, parece que estoy sujetando a un elefante.
Su rostro se acerca al mío con lentitud. Juega con mis deseos de besarlo, y como sabe que no me gusta esperar, pongo una mano en su nuca y tiro de él para que nuestros labios se unan.
Sonrío inconscientemente cuando siento la calidez de sus labios encima de los míos.
Siento como una de las manos viaja hasta mi espalda y así, introducirse por dentro del jersey. Su mano roza mi espalda delicadamente, provocando que un escalofrío cruce mi cuerpo. Sube hasta posarla en mis hombros y se queda ahí, tentando a la suerte de sus dedos juguetones.
Muerdo su labio, cogiéndolo de sorpresa. Suelta un gruñido, haciendo que sonría por ello. Se aparta de mi boca para atacar mi cuello, lo que me deja con las ganas de más besos. Frunzo el ceño ante su reacción tan egoísta.
Me muerdo el labio inferior.
Posa sus labios sobre mi cuello y comienza a besarlo delicadamente, pero pronto su hambre aumenta y empieza a morderlo. Tiene una gran obsesión con que mi cuello se puede comer.
Gruño ante ese repentino cambio, ya que me produce una mezcla entre cosquillas y dolor, pero un dolor agradable. Con los segundos un ataque de risa se cuela en el momento, provocando otro mordisco por su parte. Retengo el gruñido en la garganta mordiendo el labio de nuevo.Capricornio: Soy un vampiro.- me dice contra mi cuello.
Sonrío rápidamente.
El cuello empieza a dolerme, por lo que intento que gire su rostro hacia el mio, pero me es imposible. Me tiene acorralada.
Pienso entonces en otra estratagema, empiezo a descender mis manos hasta su costado, donde sé perfectamente que tiene cosquillas y que eso, le hará parar. Y en efecto, pocos segundos de tocar el punto exacto, empieza a reírse y a removerse inquieto.
En ese preciso momento aprovecho para darle la vuelta a la tortilla.
Lo dejo debajo de mi cuerpo, dejándome caer encima de su pelvis para impedir que se mueva. Coloco ambas manos a cada lado de su rostro, mientras que sujeto sus manos con mis piernas.
Eso me da cancha para ser ahora la que manda.
Virgo: Ahora me toca a mi.- digo bajado el rostro hacia el suyo.
Toco sus labios con los míos levemente, haciéndolo enloquecer.
Automáticamente Capricornio cierra los ojos y abre la boca levemente. Sonrío ante su desesperación. Vuelvo a hacer el mismo movimiento, lo que le impacienta aun más. Me separo de él cuando mis labios estaban casi por tocar los suyos completamente, y eso hace que Capricornio frunza el ceño y abra los ojos para mirarme.
Capricornio: Deja de hacer eso.- me pide.
Solo sonrío antes de chocar mis labios contra los suyos. Él se sorprende, pero me sigue rápidamente. Nuestros labios se mueven por el deseo de los otros, pero algo acaba deteniéndolos.
Sagitario: ¡Capricornio!- le llama desde la puerta.
Al principio Capricornio hace oídos sordos a su amigo, pero este acaba aporreando la puerta consiguiendo que Capricornio, como pocas veces, se enfade. Me mira un momento antes de apartarme. Me siento en la cama y doblo las piernas, observando a Capricornio ir hacia la puerta algo molesto.
Sagitario: ¡Anda! Que hoy empieza el nuevo programa.- dice.
Capricornio ni se mueve un pelo, solo deja que Sagitario se de, por si solo, cuenta que acaba de cagarla en toda regla.
Capricornio: ¿Y me avisas para eso?- le pregunta serio.
Trago con dificultad. Capricornio no es precisamente tan tierno cuando se enfada, pero sí se pone sexy.
Sagitario: Bueno...- le interrumpe.
Capricornio: Respóndeme.- dice duramente.
Sagitario se pone de la misma forma que Capricornio, serio. Por segundos ambos parecen dos estatuas.
Sagitario: Sí, pero...- no le deja terminar.
Capricornio: Por si no te has dado de cuenta. Estoy con Virgo y no estamos precisamente jugando a las canicas.- Sagitario se sorprende ante las palabras de su amigo, y yo me sorprendo por las palabras de mi novio.
Eso si que ha sido sinceridad.
Sagitario: Ya decía yo que estabas demasiado feliz de lo normal.- Sagitario sonríe, provocando más sorpresa por mi parte. Sabía que Capricornio tenia esa facilidad, pero no sabía que Sagitario se diese de cuenta.- Todos os vemos cuando eso ocurre, así que, os recomendaría ser más discretos.- dice él antes de desaparecer.
Capricornio tarda uno minutos en reaccionar y cuando lo hace, piensa lo mismo que yo. Cierra la puerta y se da la vuelta para mirarme algo avergonzado.
Capricornio: Sagitario se fija demasiado.- susurra mirándome.
Asiento sorprendida.
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El hotel de los Signos
DiversosEl hotel Altaria fue, en su momento, un gran icono para esta amplia y famosa ciudad. Sin embargo, ahora, luego de 34 años, se ha ido deteriorando hasta convertirse en una antigualla y con ella, perder toda su fama. Es así, como un joven Aries al ver...