Capitulo 4

490 19 2
                                    

Lali se despertó, sofocando desesperadamente un grito. Alegra estaba viendo una película en su habitación; no debía asustar a su hija. Oh, Dios, aún estaba tiritando. Hacía tiempo que no tenía una pesadilla tan horrible y realista.
Consultó el reloj. Eran casi las cinco de la tarde; había prometido cantar aquella noche; No hasido su intención quedarse dormida ni echar una siesta. Ni, desde luego, había querido tener sueño. Y, Dios santo!, menudo sueño, tan horrible y dolorosamente real, tan aterrador... Lali se levantó y se paseé por el cuarto unos segundos; luego llamó a VICOa la oficina. Aun estaba trabajando. —¿Lali? —inquirió él cuando ella empezó a hablar y a explicarse —VICO, este sueño...
Él escuchó mientras ella hablaba.
—¿Ha sucedido algo, VICO? ¿Sabes algo acerca de lo que te estoy diciendo?
VICO dudó. y ella hizo una mueca. Si, había sucedido algo.
—No lo sé... Es decir, no estoy seguro de el escenario sea como el que estás describiendo, pero... Escucha, estoy en mitad de una investigación. Pensaba llamarte después del fin de semana. Necesito tu ayuda. Estás pasando el fin. de semana en casa de tu padre, ¿verdad?
—Sí.
—Te recogeré en tu casa el lunes por la mañana. Pásalo bien. Dale a Alegra un beso de mi parte, ¿quieres? Y no te preocupes, ahora no puedes hacer nada por nadie, salvo por ti misma. ¿de acuerdo?
Lali asintió y colgó el teléfono, luego suspiró, alegrándose de que a atemorizante intensidad del sueño ya se estuviera desvaneciendo. Detestaba tener tales pesadillas.
Se pasó un cepillo por el pelo. Bueno, había llamado a VICO. Haría la que pudiera, como había hecho otras veces en el pasado. Por fortuna, era poco habitual que los sueños acudieran a ella. Siempre que le era posible ayudar, ayudaba. Pero sabia que no podía erradicar todos los males del mundo. Ni siquiera podía solucionar todos los problemas dc su familia.
Los sueños habían empezado con la muerte dc su madre.
Lali se echó de nuevo en la cama, con los ojos fijos en el techo, deseando no sentirse abrumada por los recuerdos. No había tenido visiones extrañas durante los cinco
años posteriores al asesinato de su madre.
Luego tuvo el primero de los sueños.
En su sueño se alejaba de una casa desconocida, en silencio, caminando de puntillas. Se dio cuenta de que llevaba una pistola. Oyó ruidos y un coche. Estaba enojada, sabía de algún modo que era su coche y que alguien intentaba robarlo.
Levantó la pistola...
Experimentó un intenso dolor en el brazo y y después se despertó, frotándose el
brazo
temblando.

Enséñame a Amar! Laliter❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora