—¿Estas viviendo en casa de tu padre? LALI titubeó,
-Si,
—Entonces, te esperare.
—Es posible que tenga una cita.
Peter miró hacia los músicos de la banda, que ya estaban preparando de nuevo el equipo,
—¿Te estás acostando con alguno de ellos? ¿Con Joey King, quizá? Parece tu tipo, -Está casado y tiene hijos.
—Me alegra oír que eso es un obstáculo para ti.
—Maldito seas, Peter...
-Lo siento, lo siento. Es que hacia mucho tiempo que no te veía, —Con quién me acueste no es asunto tuyo.
—Quizá sea la preocupación natural de un hermano mayor.
—Creí que ya habíamos quedado en que no eres mi hermano.
Él se encogió de hombros.
—Como quieras. Los viejos hábitos no desaparecen fácilmente. Solo estoy tratando de adivinar con quién has quedado después de la actuación.
—Quizá me acuesto con toda la banda. Ala vez,
Peter sonrió, bajando la cabeza levemente,
—Lali, tienes la misma resistencia que un bebé en lo que se refiere al alcohol, —¿De veras? ¡No me has visto en más de seis años! ¿Crees que ya estoy borracha? ¿Crees que conoces mis niveles de tolerancia? Entonces, es posible que prefieras no quedarte, Soy hija de Gimena, ¿recuerdas? Sin tan bebida estoy .mejor será que te andes con ojo. Puede que se me ocurra montar una escena aquí mismo.
El sonrió burlón, tirándose de la gorra.
—Vaya, estupendo. Acabas de recordarme no nos unen lazos de sangre. Nuestros hijos no tendrían dos cabezas ni nada por el estilo. Vere tu actuación mientras espero. —¿Nuestros hijos? Ah, no, Peter, jamás, ni aunque la supervivencia de la especia dependiera de ello.
—Me parece que te están esperando, Lali, Ella se levantó furiosamente, y luego se inclinó para susurrar con vehemencia:
—No me esperes.
—Seguiré aquí cuando hayas terminado, —Peter...
—Te estaré esperando, Lali.
Ella se enderezó. Se giró. Se bamsaleó.
Lo cierto era que no tenia ninguna resistencia al alcohol, Ninguna en absoluto.
Tropezó con una mesa mientras se dirigía hacia el escenario. Pero cantó espléndidamente. Su voz. era magnífica. Se movió sensualmente al ritmo de la música.
Y, cuando terminó, él la estaba esperando.
En el segundo descanso. Lali aprovecho para tomarse un café bien cargado. Cuando el grupo hubo acabado su actuación, ya estaba despejada. Exhausta, pero despejada. Lo suficiente como para insistir en volver a casa en su propio coche,
No obstante, cuando atravesó la verja del bungalow de su padre en Cayo
Hueso, Peter la seguía de cerca, Hubiera sido una descortesía apresurarse y cerrarle la puerta en las narices, de modo que se apeó del Cherokee, cerró la portezuela y lo esperó.