—¡Es demasiado pronto, faltan, casi dos meses—gritó PAULA.
—Pero te sientes mal, Debemos ir ahora mismo—Peter se levantó, desnudo. Bronceado y musculoso. En su sueño, Lali trató de mirar hacia otro lado, pero no podía. Era como si estuviese allí con ellos.
Él se vistió apresuradamente y se calzó unos mocasines mientras marcaba el número del hospital Euguenia se angustió al saber que pretendía a una ambulancia, pero Peter repuso:
—Cariño, estás ardiendo, Necesitamos ayuda cuanto antes,
Lali sintió el calor de PAULA, Estaba ardiendo, ardiendo, ardiendo,., como una hoguera. Pero no había dolor, solo calor. Y Peter estaba allí, tomando su mano. PAULA se alegraba de sentir la mano de él en la suya, pero el calor era tan, tremendo... Y luego empezó a tiritar, sintiendo frío y calor, trío y calor.,, — Lali, Lali
Ella se sobresalió y abrió los ojos. Darryl la estaba zarandeando, preocupado.
—Lali, cariño, estás teniendo una pesadilla, Tienes que despenar. ¿Qué sucede, Lali? ¿Ocurre algo malo?
Estaba empapada. Retiro la çolcha con los pies. Darryl la tenía abrazada, e instintivantcnte ella se aferró también a él.
—¿quieres hablar de ello?
—No, no, No ha sido nada. Estoy bien. Gracias, Gracias, Darryl, eres estupendo —Lali lo besó. Pero cuando él quiso ir más allá, en sus intentos de consolarla, ella se retiró, embargada por una insistente preocupación que se negaba a desaparecer.
Tres días más tarde, un mensaje de uno de los compañeros de Peter en su contestador automático le dijo que su sueño había sido real. PAULA habia muerto como consecuencia de unas complicaciones provocadas por un virus, así cumo su hija nonata, El entierro era el viernes, en Manassas Virginia,
Toda la familia de PAULA asistió al funeral. Peter tenía un aspecto lamentable. Aún no había cumplido veintiséis años, pero ya tenía algunas canas en las sienes. Su dolor era terrible. Lali se sentía aturdida. Solo pudo hablar unos momentos a solas con Peter, El se acercó a ella y le dijo:
—Hacia el final, me dijo que tú lo sabías —la miro de un modo que le produjo escalofrios—, Dijo que tú estabas con nosotros, y que se alegraba de que estuvieras allí, Me dijo que cuidara de ti.
Pero Peter no la miraba como si quisiera cuidar de ella, En realidad, la miraba como si fuera un demonio salido directamente del infiemo,
—No sé lo que quiso decir —mintió Lali-Lo siento, Peter. Lo siento muchísimo,
—¿Que no lo sabes? —repuso él con voz profunda, estremecida de ira—. Qué clase de bruja eres. Lali? —lo oyó susurrar ella, y se fijó en sus manos, crispadas y tensas, luego estiro los dedos, como reparando en la terrible tensión, Peter se miró las manos. su apuesto semblante tenso de dolor, sus ojos centelleando. Volvió a crispar lentamente las manos, como deseando cerrarlas sobre el cuello de Lali, como preguntadose si, de algún modo, ella era responsable de,..
—¡No! —susurró Lali entre dientes, y se alejó rápidamente de él, Luego se obligó a ir a casa de Peter, donde familiares y amigos se reunieron después del entierro, Más tarde, cuan se despidió de Peter y de Mariano. que permanecia al lado de su hijo, lo hizo de modo terminante.