Capitulo 1

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Ella se volvió levemente, Mariano también estaba allí. Mariano, que lloraba abiertamente.
—Apártate, Mariano.
Fue el padre de Lali quien habló, Nicolas Esposito, un apuesto escritor de unos cuarenta y pico años, con barba y cabello plateados y penetrantes ojos azules. Muy característico de su madre, Gimena solo se casaba con hombres que fuesen diferentes: un cantante de rock, primero, un escritor, un artista. También Nicolas se había casado varias veces, Sin embargo, a pesar de su separación, siempre había querido a Gimena.
Y Lali sabia que también la quería a ella.
Al igual que Mariano y Peter, Nicolas tenía lágrimas en los ojos. Entonces Lali reparó en el sonido de las sirenas Y en el hecho de que el vestíbulo estaba lleno de policías. Mariano se retiro. Lali vio a más miembros. de su familia su hermana y sus hermanastros que permanecían de pie en la sala de estar con aire incómodo.
Rocio y Cande eran las chicas. Rocio, hija de Mariano en su primer matrimonio, era guapa y delicada, rubia con los ojos azules, Cande era la única hermana carnal de
Lali Ambas se Parecían a Gimena, rubias, con los ojos negros
Los Chicos eran Trent rubio y de penetrantes ojos azules hijo de Mariano, y Gaston, el mayor a sus veinte años el único hijo que tuvo Mariano en su primer matrimonio Sus ojos eran de un vaporoso color azul y su pelo rubio claro.
Cande, un año menor que Lali. empezó sollozar de repente Le fallaron las rodillas pero, Gaston le la rodeó con el brazo antes de que se desplomara De repente, Lali se acordó.
Empezó a gritar y a temblar incontrolablemente Un enfermero acudió con una jeringuilla y le puso una inyección en el brazo Oyó decir a alguien que aún era demasiado pronto para que hablase con la policía. Además, aunque pudiese hablar ¿de qué serviría? luego el sedante hizo efecto y todo volvió a tornarse negro. Esta vez se despertó en la casa de su padre, con Peter sentado a su lado en el borde de la cama. Oyó unos débiles sollozos procedentes de otra habitación, Una de sus hermanas.
—Mi madre ha muerto —susurró Lali.
—Alguien la asesinó, Lali. Lo siento mucho. Tu padre está con Cande. pero puedo pedirle que venga si...
—Yo lo vi, Peter.
Él entrecerró los ojos.
—Lo vi.
—¿Cómo que lo viste? Estabas en el pasillo. ¿Paso el asesino corriendo por tu lado? ¿Llegaste a ver quién lo hizo?
Lali negó con la cabeza, buscando las palabras para describir lo sucedido. Se le saltaron las lágrimas.
—Mi madre estaba aterrorizada. Vio el cuchillo. Yo también lo vi. Lo sentí.
—Estabas a varios metros de la puerta del cuarto cuando te encontramos, Lali. ¿Entraste en el dormitorio?
Ella hizo un gesto negativo.
—Entonces es imposible que vieras algo.
—Vi el cuchillo.
—¿Quién la mató, entonces?
—No lo sé. No vi ninguna cara. Solo el cuchillo. El cuchillo descendiendo sobre ella. y lo sentí. Sentí cómo la atravesaba.
Lali empezó a temblar de nuevo. Su madre había sido asesinada, y le dolía como si tuviera un millón de cuchillos diminutos clavados en el corazón. Emilia había sido una mujer alocada, testaruda y temeraria, pero también una buena madre.

Enséñame a Amar! Laliter❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora