Todo Pasa Por Algo (AV #1)

#3: Cita, creo.

-Liz ¿tengo alguna otra cita el día de hoy? -le pregunte a mi secretaria.

-No.-contesto.

-Ok, me voy. -dije.

- ¿Su padre? -pregunto riendo.

-Sí, mi padre. -conteste gruñendo.

-Suerte. -dijo.

-Gracias. -reí.

Ya Liz conocía a mi padre siempre me invitaba a comer con él y mi mamá, pero ellos nunca aparecían. Así qué terminaba comiendo con una desconocida que estaba en la mesa, en vez de ellos. Ya estaba resignado intentaba pelear, pero sabía que iba a terminar yendo de igual modo. Fui a mi oficina, me quité la bata y salí. Ya sabía el restaurante era el mismo de siempre. Sólo esperó que esta vez no se a una loca como la última vez. ¿Porque digo que estaba loca? Me empezó hablar de nombres de bebés y a pedir mi opinión de cual me gustaba. ¿Como que cual me gustaba? Cuando me hizo esa pregunto me levanté y me fui. Jamás había hecho una cosa como esa, pero estaba loca, hablar de eso en una cita "a ciegas", se podría decir así.

Me despedí de Liz y salí. Me tomo como diez minutos en llegar, era bastante cerca; además tenía auto. Me acerqué al mozo y dije mis apellidos. Entré y me encontré en la mesa a ¿mi papá y a mi mamá? Esto es nuevo, totalmente nuevo.

-Hola. -salude.

-Hola, hijo. -saludo mamá.

- ¿Cómo están? -pregunte.

-Bien y ¿tu? -contesto papá.

-Bien. -dije.

Se acercó el mozo para que pidiéramos la comida.

-No aún, falta alguien. -dijo papá.

-Ok. -dijo el mozo y se fue.

¿Falta alguien? ¿Quién puede ser para que mis padres estén aquí? Esto es raro. Nunca había pasado. Espero que no sea en lo que llega y después me dejen como siempre. Aunque pensándolo mejor tiene sentido, ella llega y ellos se van con cualquier excusa. Sí eso es lo que va a pasar, definitivamente.

Me levanté para ir al baño. Cuando volví a la mesa, mis padres saludaban a una mujer. Wow y que mujer. Tenía un buen cuerpo, una melena larga negra que le llegaba por debajo de la cintura, piernas largas, pero a pesar de eso era bajita.

-Hijo ven no te quedes ahí. -dijo

Mi madre me llamo y en ese momento la mujer se volteo y era más hermosa. Tenía ojos azules, pestañas largas y unos labios súper llamativos en donde se encontraba la sonrisa más tierna y hermosa que había visto en mi vida. Pero era a la que golpee con el auto. De nuevo me la encuentro, ahora si pude notar su belleza. En la oficina vi que era linda pero ahora que me fijaba más era hermosa. Era todo un profesional no podía ligarme a mis pacientes como estaba haciendo ahora. Pero vamos estaba afuera de la oficina y era inevitable.

Jamás pensé que me iba a volver a encontrar a la chica. Era más hermosa de lo que pensaba, pero vamos quien después de golpear a alguien con su auto se iba a fijar en el físico de esta como para poder acordarse de la misma después. Era imposible, no la hubiera podido reconocer si la veía en la calle al menos que ella lo hiciera y me gritara como lo había hecho. Ese carácter nunca lo voy a olvidar.

-Hola. -saludo.

-Hola, ¿cómo estás? -la salude de vuelta.

-Mejor, gracias. -contesto.

-Me alegro. -sonreí.

- ¿Se conocen? -pregunto papá.

-Si él fue el del auto, el "imbécil". -dijo riendo.